Como docentes estamos expuestos a un trabajo demandante y complejo, el tratar con tantas personas cada día y los desafíos que ha traído la pandemia de Covid-19, ha hecho más evidente la importancia de cuidar nuestra salud mental, pues todos hemos experimentado algunas dificultades debido a la ansiedad y el aislamiento.
Adicionalmente a esto, los docentes son una población propensa al desgaste profesional o el llamado síndrome de burn out. Sin embargo es posible cuidar nuestra salud y tomar algunas medidas para evitar que el trabajo tome el control de nuestra vida cotidiana.
Fortalece tus lazos
El aislamiento que nos trajo la pandemia ha hecho más difícil para muchos de nosotros, pues hemos perdido la oportunidad de vincularnos alas personas como estábamos acostumbrados, pero no significa que debamos vivir aislados, por el contrario, es mucho más importante acercarnos a nuestros seres queridos, compartir con ellos nuestras emociones, preocupaciones y experiencias diarias. Es fundamental no sentirnos aislados para mejorar
Establece límites
Lograr el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, sin descuidar ningún aspecto y con suficiente tiempo para cuidar de nosotros mismos puede ser muy complejo, incluso parece imposible. Sin embargo es necesario que pongamos límites, no solo para el trabajo, también para las relaciones con otras personas y que encontremos espacios necesarios para nosotros mismos, para descansar y desconectarnos de las responsabilidades o exigencias de la vida diaria.
Quizá no podamos cambiar el contexto en el que desarrollamos nuestro trabajo, pero es necesario que nosotros seamos firmes con ciertos aspectos, por ejemplo, el horario en el que llevamos a cabo nuestras actividades, evitemos que exceda lo que nosotros dispongamos para esto.
Haz ejercicio
No se trata de convertirnos en atletas profesionales ni de que de un momento a otro realicemos varias horas de actividad física, el simple hecho de hacer diez minutos de caminata puede ser el cambio que necesitemos. Busca una actividad que se adecúe mejor a tus gustos y habilidades, comienza por unos cuantos minutos al día y aumenta poco a poco este rango. Procura ser constante, pero no es necesario que te agotes.
La actividad física te ayudará a segregar endorfinas, a relajar los músculos y a distraer la mente. Regálate diez minutos al día para poner tu cuerpo en movimiento.
Mantente atento a las señales
Es importante que así como cuidamos nuestra salud física y asistimos al médico cuando sentimos alguna molestia, es importante vigilar nuestra salud mental y buscar ayuda en cuanto detectemos que algo no anda bien. Si últimamente estás muy irritable, te molestas por cualquier cosa o si descubres que el llanto se te da con demasiada facilidad, podrían ser señales de alarma. Igualmente si estás más cansado de lo habitual, duermes mucho o no puedes dormir, cualquier alteración en el ciclo normal del sueño es una señal importante de salud mental.