A cualquier edad, el desarrollo del sentido de autonomía en los niños, niñas y jóvenes es fundamental. De acuerdo a la edad y necesidades de cada etapa, es importante que los estudiantes sientan que son capaces de resolver situaciones por sí mismos, de ayudar a otros y de tomar decisiones sobre su tiempo, su persona y sus intereses. Esto fortalecerá su autoestima y su capacidad para tomar buenas decisiones, lo hará protagonista de su propio crecimiento.
¿Cómo podemos ayudar a los alumnos a ser realmente más autónomos? En general es verdad que durante la infancia y la adolescencia muchos aspectos de su vida dependen de los adultos que los cuidan y protegen, sin embargo, es posible, a través de pequeñas acciones, que poco a poco tomen control de sus decisiones. Aquí te daremos algunas ideas para fortalecer este aspecto en ellos.
Dales opciones
Para lograr que cada estudiante sienta poder sobre sus acciones es importante dejarlos elegir libremente, por ejemplo, sus tareas. Esto no significa que ellos elijan de la nada, sino que para el trabajo en clase y para las tareas que deben entregar exista una variedad de opciones de las que puedan elegir cada uno de fomra libre cuál prefieren. Si nefesitamos evaluar un tema en específico podemos pedirles que entreguen, por ejemplo, una maqueta, o un esquema o un trabajo escrito, que cumpla con ciertos objetivos generales, pero que sean ellos quienes decidan la presentación y el formato que prefieren. También puedes ayudarlos a ser más autónomos al darles la oportunidad de decidir qué hacer con ciertos tiempos, como preguntar si prefieren ver primero la clase la revisión de la tarea o la lectura del día. Es importante también que exista un espacio en el intinerario para que ellos elijan libremente si desean leer, dibujar, escuchar música, etc, este tipo de actividades permiten tomar decisiones sobre el tiempo propio y al mismo tiempo seguir una pauta o una rutina esperada.
Organizar sus espacios
A veces, los espacios en la escuela y la casa están diseñados para ser funcionales y seguir un orden, pero esto hace que los alumnos no tengan decisión sobre sus objetos y la organización de sus espacios. En la clase podemos incentivar que el orden y el acomodo de objetos provengan de ellos mismos, si les permitimos y pedimos que limpien sus espacios, organicen sus útiles a su manera o incluso que personalicen sus espacios, siempre en igualdad de condiciones que sus compañeros o con ciertas pautas. También podría ser una actividad del inicio y final del día el sacar útiles de ciertos espacios comunitarios y devolverlos al final del día, siendo cada uno responsable de guardar el orden, la limpieza y el respeto por los objetos de los toros.
Acciones específicas
Delegar algunas responsabilidades a los alumnos es una excelente idea para fortalecer esta autonomía, así como para fortalecer el sentido de comunidad y el autoestima. Podrías tener un representante que rote semanalmente, encargado de recoger tareas, pasar lista, limpiar el pizarrón, repartir ejercicios o cualquier otra tarea que pudiera ser necesaria en el salón de clases. Evita que este papel reconozca sólo a algunos estudiantes, dales a todos la misma oportunidad de pasar por esa responsabilidad.
Aumenta el pensamiento crítico
Muchas reglas y pautas para el salón de clases se han creado y han permanecido debido a necesidades específicas, para algunos estudiantes éstas reglas podrían parecer superfluas o arbitrarias, por lo que guiar a los alumnos a través de una reflexión sobre las causas y consecuencias naturales de no seguir ciertas reglas es muy importante. En conjunto pueden construir los reglamentos de la clase y hacer un pequeño espacio de reflexión en el que sea más fácil para todos entender de forma empática las razones de cada pauta. Esto aumentará el cumplimiento de todo el reglamento y les hará ver que su decisión de seguirlo es también una elección autónoma y no una imposición.
¿Cómo desarrollas la autonomía en tu aula? ¿Tienes alguna estrategia específica? ¡Compártela con nosotros!