Dar clases es un trabajo muy importante, aunque también muy demandante. Para los docentes sus alumnos son una parte muy importante de sus vidas, aunque este interés puede convertirse en algo muy abrumador, especialmente en el contexto que vivimos actualmente, con tanta incertidumbre y tantos retos para adaptarnos a las nuevas formas de dar clases.
Para los directivos de las escuelas esto puede implicar algunos desafíos, ya que deseamos alcanzar nuevas metas, recuperar el ritmo y apoyar a las familias y alumnos, pero para lograr superarlo todo necesitamos un espacio seguro y tranquilo para nuestros maestros.
¿Cómo podemos construir un ambiente entre docentes que permita un mejor desarrollo?
Escucha activa
Esta es una recomendación útil para la gestión de las aulas, crear espacios en los que las voces de los alumnos sean realmente escuchadas y respetadas, en las que sus aportaciones se consideren y valoren, lo que dará los alumnos un sentido de pertenencia a la comunidad educativa, además de fortalecer su autoestima.
Para los docentes también es muy importante esta recomendación. Una comunidad fuerte entre maestros, con una comunicación abierta con los directores y demás personal de las escuelas, puede ayudarnos a construir un ambiente seguro para todos, más tranquilo y positivo. La idea es que se respeten las opiniones, que se note que se escuchan las sugerencias, las ideas y que los lineamientos para la comunidad sean gracias a las aportaciones de cada uno.
Tiempo personal
Aunque amamos ser docentes no podemos ser docentes todo el tiempo. La gestión del tiempo y el equilibrio entre todas nuestras actividades y papeles puede ser realmente complicado, pues tanto la familia como el trabajo suelen ser demandantes. Es muy importante que cada persona cuente con un espacio para sí, para cuidarse y escucharse, para entender cuáles son nuestras necesidades personales. Desde la escuela podemos apoyar a los maestros si respetamos sus horarios fuera del trabajo o llegamos a acuerdos con la comunidad, con horarios flexibles para comunicarse, pero que no excedan los límites del autocuidado.
Tener metas alcanzables
A veces nos damos cuenta de las necesidades de nuestra escuela y de pronto queremos resolver los grandes retos que enfrentamos, pero esto puede llevarnos a aplicar cambios muy complejos, demasiado grandes para un plantel que comienza a resolver conflictos de tiempo, en clases presenciales, a distancia e híbridas. La mejor manera de comenzar el cambio es con pasos pequeños, busca metas alcanzables, que sí representen retos, pero que no impliquen transformaciones muy abruptas.
Resuelve conflictos desde la empatía
Sin importar cuánto trabajemos en un ambiente cordial, siempre habrá algún momento en el que el conflicto surja entre algunos miembros de una comunidad. Es difícil que esto no llegue a darse, pues todos tenemos visiones diferentes de distintas cosas. La clave es responder a este conflicto de forma tranquila y con mucha empatía. Pide a todos que la resolución de estos desacuerdos se dé con la cabeza fría, procura que exista siempre un mediador y un testigo, que evite malos entendidos o información distorsionada.
Apoyar a los maestros cuando los conflictos se dan con los padres de familia también es muy importante, pues no siempre es fácil esta gestión, pero saberse respaldados puede cambiar por completo la visión de las cosas e incluso la forma de abordar algunas cuestiones.
¿Cuáles serían tus ideas para construir una comunidad con los docentes y el personal de tu escuela? ¡Comparte con nosotros!