Después de dos años de pandemia (y contando), la salud mental de la población ha sido un tema cada vez más relevante, pues millones de personas alrededor del mundo han experimentado una dificultad creciente que se asocia a problemas como la depresión o la ansiedad. En realidad, los últimos años, y no solamente los de la pandemia, han visto un aumento constante de problemas para la salud mental; son cada vez más las personas que viven con algún trastorno. Aunque todos estamos expuestos a riesgos asociados a esto, para algunas profesiones se explica de manera sencilla, pues la presión del trabajo, sumado a otros factores hacen que estas enfermedades sean algo más común de lo que pensamos.
En el caso de la docencia, como en otras actividades de servicio, experimentar problemas como el agotamiento crónico o el trauma indirecto resultan probables, esto sumado a los problemas de la actualidad pueden dar como resultado dificultades serias para continuar con el trabajo o simplemente vivir una vida normal.
Vivir con ansiedad no es fácil, es algo que parece tomar el control de nuestra vida, pero podemos hacer mucho para mejorar nuestra calidad de vida. Aquí te damos algunas ideas para combatir la ansiedad y evitar que ésta se interponga en tu vida diaria.
Busca apoyo profesional
El tema de la salud mental se ha visto afectado por muchos estigmas desde hace muchos años, en el pasado admitir que se asistía a terapia psicológica o incluso que se estaba bajo algún tratamiento psiquiátrico podía atraer mucha atención y ser señalado por otras personas como algo malo. Poco a poco hemos superado esos prejuicios sociales y cada vez más gente accede a tratamientos necesarios para cuidar su salud mental, un aspecto tan importante como la salud física y que necesitamos atender para tener una buena calidad de vida.
Si en algún momento percibes que algo no va bien, que el estrés ha tomado control de tu vida o sencillamente deseas herramientas, estrategias y autoconocimiento para una vida plena, buscar ayuda profesional es la mejor opción.
Si la ansiedad te hace difícil dar clases ya no se trata solo de estar preocupado o nervioso, sino de experimentar síntomas físicos que resultan incapacitantes. Así que aquí hay algunas estrategias para sobreponerte a los síntomas más complejos.
Respira
Aunque parezca algo demasiado básico, muchos de nosotros vamos por la vida sin respirar correctamente y no es que reprobemos el examen de respiración, es sencillamente que nuestro cuerpo no se oxigena lo suficiente y cuando sufrimos ansiedad esto aumenta la angustia o la sensación de pánico, porque nuestra respiración se hace más rápida y superficial.
En el momento en el que todo parezca sencillamente incontrolable, tómate unos segundos y respira profundamente. Fíjate que al inspirar se hinche tu vientre y no tu pecho, hazlo lentamente y trata de cerrar los ojos. Unas cuantas respiraciones pueden cambiar la perspectiva del momento. Si se te dificulta, respira siguiendo un patrón, cuenta hasta cuatro al inspirar, sostén el aire otros cuatro tiempos y expira en seis tiempos.
Técnicas de anclaje
Es fácil perder la noción de nuestro entorno cuando estamos ansiosos, nuestra mente viaja a gran velocidad entre escenarios catastróficos, con lo que entramos en un ciclo nocivo entre síntomas físicos y pensamientos intrusivos. Por ello una buena forma de combatir un ataque de ansiedad es anclarnos en el momento, buscando cosas que podemos sentir, oler, escuchar, ver e incluso saborear.
Haz una pausa y busca a tu alrededor cinco cosas, una azul, una roja, una amarilla, una verde y una anaranjada o una cosa que puedas ver, una que puedas tocar, una más que puedas oler. Nómbralas y tócalas. Si tienes a la mano hielo o algo muy frío puedes pasarlo entre tus manos, en la nuca o saborearlo, esto te ayudará a enfocarte en una sensación específica.
Identifica tus disparadores
La ansiedad normalmente se dispara cuando enfrentamos algo que por sí mismo nos hace daño. Ya sea que enfrentes una situación incómoda, que el ruido a tu alrededor te haga sentir alarma o que tengas miedo a hacer algo en específico, normalmente un ataque de ansiedad tiene una razón ambiental detrás de ella.
Es importante saber que la ansiedad en sí misma tiene causas muy profundas y muy diversas y la mejor forma de tratarla es trabajar en el autoconocimiento, pero en situaciones diarias hay pequeños factores que la disparan. No siempre es posible evitar esos factores, pero si logramos identificarlos es posible tomar acciones para prevenir ataques de ansiedad o pánico. Por ejemplo, si sabes que el ruido es algo que te incomoda, puedes buscar estrategias específicas para esto antes de entrar a un ambiente ruidoso, si sabes que enfrentarás algo que no te gusta puedes tener a la mano esas estrategias que te hacen sentir mejor. Conocernos a nosotros mismos es esencial.
Busca qué te hace feliz
Así como es normal que existan factores que disparan nuestra ansiedad, también existen recursos que para nosotros implican alivio o tranquilidad. Así como puedes explorar las situaciones incómodas también puedes explorar lo que te hace sentir mejor y hacer de ello un lugar común en tu rutina.
Quizá darte veinte minutos al final del día para cantar tus canciones preferidas puede ser lo que te ayudará a sentirte mejor durante la semana, tal vez simplemente llevar una pluma que puedas presionar constantemente será suficiente para liberar energía y sentirte tranquilo, cada quién tiene sus propias estrategias y explorarlas es tu mejor herramienta. No temas probar cosas nuevas y si algo que te aseguraron que funcionaba no tiene efecto en ti, no te preocupes, todos somos diferentes.
¿Has experimentado problemas de salud mental? ¡Cuéntanos cuáles son tus estrategias e ideas para llevar una vida plena!