La vida actual exige mucho de todos nosotros, esperamos de nosotros mismos ser buenos en todas las áreas de nuestra vida personal, lo cual puede causar mucha presión y mantenernos en marcha incluso en momentos en lo que necesitamos es descansar. Aunque en principio sintamos que podemos dar un poco más cada vez que nos sentimos cansados o que pensemos que simplemente no tenemos otra opción, seguir con ese ritmo puede traer consecuencias graves a largo plazo para nuestro bienestar y para quienes nos rodean, por ejemplo, el síndrome de burnout.
El burnout es una condición que proviene del agotamiento crónico, cuando hemos acabado con nuestra energía al tratar de cumplir con nuestras obligaciones podemos caer en un estado de apatía general en el que incluso descansar “apropiadamente” no nos devuelve la energía, entonces todo se vuelve complicado, desde levantarnos en las mañanas, completar nuestras actividades con la concentración necesaria o estar para nuestros seres queridos.
¿Cómo identificar un burnout?
Los signos del agotamiento crónico pueden ser distintos en cada persona, pues todos tenemos diferentes estrategias para abordar la tensión, el cansancio y nuestras propias emociones. Por ello es importante que al notar que algo no va tan bien busquemos ayuda lo antes posible porque un profesional podrá indicar la dirección más apropiada para cuidarnos y atender los retos. Sin embargo, algunos signos nos pueden ayudar a identificar por donde va la cosa.
Falta de motivación
Si de pronto las cosas que nos parecen importantes y a las que queremos prestarles atención se vuelven difíciles quizá no es solo que nos falte motivación, sino que nuestra mente y cuerpo están lejos de tener la energía necesaria para completarlas.
Agotamiento continuo
Si nos percatamos de que sin importar cuánto hayamos dormido la noche anterior o las horas que nos dimos para descansar en el fin de semana nos seguimos sintiendo tan cansados como el día anterior es quizá que tenemos un agotamiento extremo, el cual no puede sanarse con unas horas de sueño. Esto puede ocurrir después de un periodo de mucho trabajo y estrés, así como debido al esfuerzo continuo de la rutina diaria.
Irritabilidad
Es común que una de las primeras manifestaciones de emociones sin gestionar y también de cansancio sea la ira, estar enojados todo el tiempo no es normal, así como no lo es reaccionar con molestia ante nuestras relaciones con la familia, el trabajo, las responsabilidades de casa o simplemente interacciones sencillas. Observarnos y estar atentos es necesario.
Dificultades para concentrarse y realizar actividades
Cuando mantenernos enfocados en nuestras tareas, en el trabajo o incluso en actividades que nos generan placer es signo de que estamos tan cansados que nuestra mente no logra concentrarse sin que importe lo urgente o necesario que nos parezca. No es solamente una cuestión de voluntad.
¿Qué podemos hacer ante esto?
Es importante atender las causas de estos síntomas, pues todos podrían indicar que algún aspecto de nuestra salud se encuentra en dificultades.
Cuida de ti
El autocuidado es una práctica esencial para todos nosotros, pero desafortunadamente se ha dejado de lado en una sociedad que busca ser productiva constantemente, incluso nuestros espacios de descanso se han convertido en espacios de presión por terminar tareas o transformarlos en alguna forma para sentir que ocupamos el tiempo en algo importante. Además dejamos de lado actividades que son necesarias pero nos parecen triviales, como el alimentarnos sanamente, realizar actividad física, etc.
Tener en cuenta las prácticas de autocuidado es importante, procura observar tu alimentación, no para castigarte o reprocharte cosas. Ejercitarte y hacer cosas que te llenen de energía por el placer de realizarlas no es un lujo, es una necesidad.
Descansa
Descansar no solamente es dormir, aunque esto es esencial, también es importante darnos tiempo para dejar que nuestra mente y cuerpo hagan otras cosas además de trabajar y preocuparse. Retoma un pasatiempo y haz de este tu espacio personal, haz ejercicio, date tiempo para leer por placer o escuchar música.
Habla de tus emociones
Aunque no lo parezca, las emociones que no expresamos pueden convertirse en una pesada tarea, mantenerlas dentro y avanzar en nuestras tareas requiere de mucha energía, por ello es necesario hablar con otras personas de cómo nos sentimos y poner en práctica medidas para sentirnos mejor.
Deja de lado actividades
A veces queremos hacerlo todo, cubrir todos los espacios de nuestra vida y tener el control sobre ellas. Es importante saber cuándo hemos llegado a nuestro límite y evitar saturarse cuando ya ha sido demasiado. Aprende a decirle que no a nuevas responsabilidades cuando ya es demasiado.
¿Alguna vez has experimentado burnout? ¿Cómo pasaste por esta experiencia? ¡Comparte con nosotros!