La clase es un espacio de mucho aprendizaje, pero es inevitable cierta distracción, especialmente en ambientes como los que vivimos en la actualidad, en los que algunas tareas las hacemos de manera virtual o que nos sentimos tensos debido a las restricciones de la pandemia. El uso de pantallas y el constante bombardeo de imágenes e información pueden hacer más complejo que nuestros alumnos se mantengan organizados y concentrados.
Aquí te dejamos algunas ideas para estimular la atención y concentración en el aula, las cuales puedes aplicar a la distancia o de forma presencial.
Descansos programados
Darle un respiro al cerebro es la mejor manera de estimular la concentración, por lo que programar descansos a lo largo de la clase nos podría ayudar a tener alumnos más frescos y motivados. Procura hacerlos en periodos establecidos, cada hora o cada hora y media es un buen inicio. En esos descansos puedes hacer actividades de respiración o un estiramiento ligero, lo importante es separarlos del pupitre y cambiar el switch.
Hacer apuntes
Pedirle a los alumnos que hagan apuntes a lo largo de la clase puede ser beneficioso, pero es importante guiarlos para que sus anotaciones sean más útiles. Enséñales a hacer cuadros sinópticos y mapas mentales, puedes dedicar un par de clases a mostrarles ideas de organización, así como la importancia de la comunicación visual, pues algunos dibujos sencillos plasmados en las páginas les darán pistas y señales de lo que pensaban en el momento de tomar apuntes. Recuerda que algunos estudiantes, como aquellos que tienen dislexia, podrían tener dificultades para hacer varias cosas a la vez (escuchar y apuntar), por lo que podrías permitirles tomar fotografías del pizarrón, grabar audios de la clase o hacer espacios posteriores a la exposición para anotar. Dale a cada quién su tiempo.
Respiraciones conscientes
La meditación nos ayuda mucho a refrescar nuestro cerebro, por lo que meditar en el aula puede ser una buena manera de estimular la concentración y la memoria. Claro que no siempre tenemos espacio y tiempo para que nuestros alumnos mediten tranquilamente, por ello un método abreviado es el enseñar a los alumnos a respirar de forma consciente, concentrándose en las sensaciones de su cuerpo y vaciando su mente de pensamientos, en unos minutos puedes reiniciar el ambiente en el salón, guiándolos a través de las sensaciones, pidiéndoles que respiren profundamente.
Participación activa
Otra manera de mantener la atención de clase es la participación constante. Pedirle a los estudiantes que formen parte de la educación ayudará a que se mantengan atentos, así como a estimular el aprendizaje. Puedes, por ejemplo, pedirles preguntas ante la nueva información, que ellos mismos planteen preguntas abiertas sobre lo que han aprendido, también puedes solicitar a algunos estudiantes que hagan un resúmen de lo que han visto hasta el momento o crear encuestas sencillas que tendrán que entregar al finalizar la clase, pero que deberán ir respondiendo conforme avanza el tema. La idea es que exista un enfoque crítico ante lo que escuchan.
¿Cuál es tu estrategia para aumentar la concentración en el aula? ¡Comparte con nosotros tus ideas!