Las tareas y los ejercicios que asignamos a los estudiantes son muy importantes para el desarrollo y aprendizaje, están pensados justamente para que practiquen, profundicen o mejoren sus habilidades, pero en ocasiones este objetivo se pierde de vista y las tareas se convierten en otra dificultad, tanto para alumnos como para los propios docentes.
Cuando los alumnos tienden a entregar tareas en las que copiaron los resultados o sacaron las respuestas textuales de alguna fuente externa el objetivo de las tareas se pierde. ¿Por qué los estudiantes deciden copiar en sus tareas? ¿Cómo podemos evitarlo?
Buscar los mejores resultados
Para muchos estudiantes resulta apropiado el copiar en sus tareas porque creen que no obtendrán mejores resultados si la hacen por ellos mismos, esperan tener buenas calificaciones al asegurarse de que sus respuestas son correctas, también es probable que consideren que sus habilidades para resolver la tarea, describir las respuestas o llegar a los resultados correctos no son suficientes y están preocupados por las calificaciones que obtendrán al respecto.
Para ayudar a los alumnos en este sentido es necesario hacerles ver que más importante que las calificaciones es el aprendizaje en sí mismo, al transmitir que las tareas e incluso los exámenes son necesarios para su propio aprendizaje más que para obtener resultados la visión al respecto cambiará y será menos probable que se vean tentados a copiar en sus tareas, una mentalidad de crecimiento y el cambio de foco entre las calificaciones y el proceso de aprendizaje en sí mismo son la clave.
Autocrítica
Es probable que muchos alumnos se sientan inseguros sobre sus propias habilidades, redactar sus propios ejercicios, crear sus propios diagramas, hacer las operaciones propias de un ejercicio, todo esto puede parecerles demasiado complejo y por lo tanto sentirse insatisfechos con sus habilidades para resolver las tareas. Algunos estudiantes se sienten incómodos al leerse a sí mismos o al revisar sus actividades sienten vergüenza. Cualquiera que sea la razón por la que esto ocurre es importante hacerles ver que sus capacidades son suficientes, que está bien equivocarse y que de hecho es mejor que compartan lo que ellos pueden hacer en lugar de una tarea aparentemente perfecta.
Inspira su confianza y ayúdales a practicar las cosas que ellos sienten que podrían mejorar, siempre con una visión de aprendizaje.
¿Flojera?
Es probable que desde nuestra visión de docentes una de las razones más comunes para este tipo de actitudes es la flojera, el que los estudiantes prefieran realizar otras actividades antes que sus tareas, que prefieran ver la televisión, descansar, jugar con sus amigos o simplemente pasar un tiempo a solas. La cuestión es que estas otras actividades también son importantes para ellos y si prefieren invertir su tiempo en estas es porque quizá no tienen suficiente tiempo libre para dedicarse a descansar o divertirse, necesidades tan importantes para el aprendizaje como las tareas.
Considerar estos factores al momento de asignar tareas es muy importante, prioriza cuáles serían las más necesarias y evita las otras, evalúa otros trabajos que tengan que realizar al mismo tiempo, agrega un poco de flexibilidad al momento de entregarlas y asegúrate de que no son demasiado complejas para los estudiantes, ya que al observar una tarea y sentir que no somos capaces de resolverla es normal que busquemos otras opciones para salir del problema. También es importante ser muy claros con las instrucciones, ya que estas son la clave para su resolución.
Escuchar a los alumnos
Cuando una situación como esta se presenta es importante escuchar las razones por las que ellos sintieron que era necesario copiar en sus trabajos, a veces ellos mismos pueden tener problemas para expresarse o para identificar sus dificultades, por ello prestar atención a sus emociones y palabras es muy importante.
¿Has tenido esta dificultad en tu aula? ¿Qué haces cuando tus estudiantes copian en sus tareas? ¿Crees que existen soluciones para esto? ¡Comparte con nosotros tus ideas!