La educación socio emocional ha ganado un papel cada vez más importante para los docentes y el aula, poco a poco nos hemos dado cuenta de que este aspecto es tan importante como el conocimiento académico y como la salud física, además de observar la importancia de enseñar elementos que ayudarán a los estudiantes en el futuro a sentirse seguros, a regular mejor sus emociones y así evitar problemas como la ansiedad o la depresión, tan comunes hoy en día.
Sin embargo no son los alumnos los únicos que requieren herramientas para este aspecto, nosotros como docentes también lidiamos día a día con emociones y circunstancias que pueden afectar nuestra gestión emocional, algunos incluso hemos experimentado problemas de salud mental que pueden ser tan incapacitantes como cualquier tipo de enfermedad.
Ansiedad
En años recientes la ansiedad se ha convertido en un tema recurrente entre muchas personas, que enfrentan con incertidumbre el día a día y que ha llegado a convertirse en un tema de salud preocupante, pues resulta paralizante y puede además, ser causante de otros trastornos, como la depresión. Una persona con ansiedad tiene dificultades para desenvolverse en su vida cotidiana, experimenta síntomas físicos agotadores e implica, en ocasiones, dificultades para relacionarse con otros.
Es importante destacar que todos experimentamos ansiedad en situaciones difíciles, pero se convierte en un problema cuando tenemos ansiedad constantemente, aunque nuestro ambiente no represente ninguna amenaza inmediata el cuerpo continúa con una reacción constante, lo que provoca tensión, sudoración, taquicardia, dolores de cabeza, malestar estomacal, irritabilidad, agotamiento, etc. Todo esto puede convertirse en un problema, especialmente frente al aula, donde estamos rodeados de estímulos y situaciones imprevistas constantes.
¿Cómo podemos enfrentar la ansiedad en clase?
Busca ayuda
Lo más importante es buscar ayuda profesional, nunca está de más acudir al médico por una revisión general, y lo mismo aplica para nuestra salud mental. Si además ya experimentamos alguna dificultad en la gestión de nuestras emociones esto se hace más importante. No temas hablar de lo que sientes, buscar ayuda puede hacer la diferencia.
Aislarnos o tratar de esconder lo que sentimos es mucho más dañino de lo que pensamos, busca ayuda y acércate a tus seres queridos.
Adicionalmente podemos buscar estrategias para el aula que nos ayuden a atravesar los malos momentos y desenvolvernos mejor en el día a día.
Planea tus clases
Como docentes la planeación es uno de los elementos más importantes y profundizar en esto puede ayudarnos mucho cuando tenemos ansiedad, pues nos hará sentir seguros con un plan de respaldo para el día a día, sabremos qué hacer y cuándo hacerlo, además de ayudarnos a tener respuestas para situaciones inesperadas. A tu planeación común agrega detalles como horarios, respuestas para problemas comunes en el aula, estrategias para momentos de caos o planes de emergencia para lo inesperado.
No se trata de tener un plan detallado para cada instante del día, esto es imposible, pero si de tener una idea general a la mano como estructura en nuestro día a día, en general la rutina y saber qué esperar ayudan mucho a la ansiedad, adicionalmente ayudarás los alumnos que también viven con esto.
Prioriza tu salud
Aunque la ansiedad es algo puede presentarse en momentos específicos o despertar con mayor fuerza ante ciertas situaciones, requiere de un trabajo constante para mantenerla bajo control y esto implica hacer cambios en nuestro estilo de vida para cuidar de nuestra salud. Hacer ejercicio, alimentarnos mejor, dormir lo suficiente, son consejos básicos, pero también tomar medidas de autocuidado específicamente para la salud mental puede cambiar las cosas, practicar la atención plena o mindfulness en nuestro día a día, llevar un diario de nuestras emociones, hablar con otras personas sobre cómo nos sentimos y compartir con otros nuestras preocupaciones son elementos importantes.
Regálate un poco de tiempo para ti cada día, recupera pasatiempos perdidos o simplemente date unos minutos en el día para respirar y analizar cómo te sientes.
¿Has experimentado alguna dificultad de salud mental que intervenga en tu trabajo? ¡Comparte tu experiencia con nosotros y ayuda a otros docentes a superar estos momentos!