Cuando se acerca cualquier tipo de pausa o interrupción en las clases se siente en el ambiente una emoción distinta, los alumnos suelen estar un poco más distraidos de lo habitual, algunos incluso irritables, pues sienten que las ansiadas vacaciones están cada vez más cerca. Esto puede ser una dificultad para los docentes que aún necesitan transitar estas clases y cubrir ciertas partes del temario.
¿Cómo atravesar estos días previos a las vacaciones? ¿Cómo podemos motivar a los alumnos para mantenerse enfocados?
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Es imposible reprochar a los niños la emoción previa a los días de vacaciones, por lo que crear un espacio en donde ellos puedan expresar sus expectativas e ideas para esos días que se aproximan, lo que más les interesa al respecto o incluso las emociones menos positivas, como la ansiedad de cambiar de rutina, o la perspectiva del aburrimiento en casa. Esto ayudará a que los estudiantes liberen un poco de los sentimientos que vienen con la cercanía de las vacaciones con tranquilidad, además de vincularse en comunidad a sus compañeros e incluso con sus docentes.
No está de más utilizar esta oportunidad para llamar a la empatía, a compartir experiencias diversas que les hagan ver que no todas las personas tienen las mismas oportunidades ni la misma expectativa respecto a sus vacaciones, no para hacer obvias las diferencias, sino para ser empáticos con los otros.
Dale un toque lúdico
Estos días son perfectos para probar esas dinámicas y herramientas que no siempre tenemos tiempo para cubrir con el programa encima, si bien es posible que necesitemos trabajar en ciertos temas, es verdad que llenar a los estudiantes de información justo antes de las vacaciones no es muy provechoso, por el contrario, son cosas que olvidarán más pronto, por ello podríamos intentar con dinámicas y estrategias más lúdicas o experimentales, en las que permitamos mayor movimiento en el aula, conversaciones y nuevos materiales.
Trabajar con proyectos puede ayudar a que la emoción se transforme en un tipo de concentración activa.
Aprovecha para hacer repasos
Quizá cubrir nuevos temas sea más difícil si tenemos un aula ausente o distraída, pero puede ser el mejor momento para trabajar en reforzar las clases que le han costado más trabajo a nuestros estudiantes, así como para probar ejercicios colaborativos en los que puedan repasar juntos, como compañeros, quizá incluso que algunos alumnos ayuden a otros con los temas que más se les dificultan.
Eso ayudará a mejorar la concentración, porque los alumnos verán la oportunidad de resolver sus dudas o incluso de profundizar en temas que les han llamado la atención previamente.
Llama a sus intereses
Conocer a nuestros estudiantes es importante, para formar un vínculo con ellos y lograr que las clases les transmitan algo más que información constante nos es útil saber cuáles son sus intereses particulares, sus pasatiempos, las metas que se han planteado para el futuro, y estos días son la oportunidad perfecta para dejarlos hablar de algo más que el salón de clases, discutir con ellos sobre sus personajes favoritos, la música que escuchan, los juegos que más disfrutan, sus películas o libros favoritos, así como dejarlos exponer sobre esos pequeños temas en los que son expertos, aunque sean pequeños datos u objetos extraños para nosotros, sentir que tienen une espacio para hablar de sí mismos y mostrarse como son ayudará a mejorar el ambiente en el salón de clases.
Cuida el ambiente
Aún si continúas con el programa o buscas que tus clases sean más serias antes de vacaciones no te olvides de hacer que el ambiente en clase se mantenga agradable, amistoso y divertido, esta impresión es lo último que se llevarán los alumnos antes de irse de vacaciones y si tienen una sensación agradable antes de marcharse es más probable que vuelvan con cierta emoción a la rutina diaria cuando terminen las vacaciones.
¿Cómo pasas los últimos días antes de las vacaciones? ¿Cuáles son tus estrategias para mantener arriba la concentración?