Hacer de nuestra clase un lugar seguro y cálido para los estudiantes es un aspecto muy importante para el aprendizaje, hacerles saber que cuentan con su docente para ayudarlos en el proceso y que al estar en el aula pueden relajarse para concentrarse en el tema o las actividades de la clase ayudará a mejorar su rendimiento escolar y su desempeño general, se sentirán tranquilos, su confianza irá en aumento.
Aunque lograr este ambiente es algo que debemos trabajar día a día y llegar a convencer a algunos estudiantes de que el aula es un lugar seguro puede tomar cierto tiempo, construir un aula cómoda debe ser una meta desde el primer día de clases. ¿Qué podemos hacer para lograr esto en nuestras primeras horas al llegar al aula?
Preséntate
Para los alumnos, conocer un nuevo docente puede ser intimidante, ayudarlos a sentir que cuentan contigo y establecer un ambiente de confianza puede iniciar con una breve presentación del docente. Procura hablar de ti más allá de tu rol como profesor, para que ellos perciban que eres una persona como cualquier otra. Menciona algo que te guste hacer, tu comida favorita o un libro o serie que disfrutes. No es necesario revelar información que te incomoda compartir, simplemente se trata de mostrarles que tú también tienes pasatiempos y que incluso pueden compartir algunos gustos o intereses.
Sigue la conversación que se presente en esos momentos, invita a tus alumnos a hablar de sí mismos también, quizá así descubran que tienen más en común con su docente de lo que imaginan.
Rutina y expectativas
Para muchos estudiantes saber lo que enfrentarán en tu clase puede ayudarles a sentirse más tranquilos a lo largo del ciclo escolar, por ello compartir con ellos algunas generalidades sobre cómo se desarrollará el curso puede ser de gran utilidad. Háblales de la rutina que seguirán normalmente, de los procesos comunes para realizar actividades en el aula, como la entrega de tareas o las dinámicas para pedir permisos en el aula, comparte con ellos tu sistema de comunicación y las etapas del curso en general.
Compartir con ellos un temario y hablar de él al inicio de la clase de manera breve, pero sustancial ayudará también a establecer las expectativas de aprendizaje, no para asutarlos, sino para haberles saber que todo es un proceso.
Déjalos que se presenten a su manera
Es normal que en los primeros días pidamos a los alumnos que se presenten, que nos hablen de sus gustos, de su impresión de la materia o de lo que esperan de la clase, y aunque esto es ideal para que nosotros podamos conocerlos y empezar a ubicarlos un poco más, también puede ser abrumador para los niños que prefieren no hablar en público o se expresan mejor de otras maneras.
Además de la dinámica tradicional, puedes incluir otros medios de expresión, pídeles que hagan un dibujo que los represente o que escriban un cuento, una canción o un poema sobre quienes son, para algunos será más sencillo utilizar estos medios de comunicación, para otros quizá sea un reto. Lo importante es abrir las opciones para que todos tengan un espacio seguro para expresar quiénes son. Así mismo te dará una idea de lo que esperan en el aula, de sus habilidades y de cómo podrían desarrollarse mejor a lo largo del ciclo escolar.
No los abrumes con demasiada información
Aunque compartir información el primer día de clases es importante para que se disipen las dudas normales del primer día, también es importante evitar abrumar a los alumnos con datos que usarán en momentos específicos y que quizá no recordarán cuando ese momento llegue. Si tienes procesos específicos para ciertas actividades como la entrega de tareas, el pase de lista, la entrega de ejercicios en clase u otras cuestiones evita explicar detalladamente esos pasos, será mejor que se los muestres conforme se necesiten en el aula, de lo contrario podrías pasar muchas horas brindando información que no recordarán, lo cual resultará frustrante para ti y para ellos.
Utiliza juegos para soltar la tensión
Para algunos estudiantes el primer día de clase puede resultar divertido y emocionante, sin embargo para muchos otros puede ser un momento lleno de tensión, el conocer a sus compañeros, el cambiar de aula, enfrentar un nuevo docente o el simple hecho de iniciar un nuevo curso puede ser una gran fuente de estrés para los más jóvenes, aunque a los adultos nos parezca un día más.
Procura agregar algunas dinámicas que hagan a todos los alumnos divertirse un poco en su primer día. Evita las competencias, pero organizar juegos para que los niños hablen de sí mismos, conozcan a sus compañeros y de paso te ayuden a conocerlos mejor puede ser una gran idea. Lleva una pelota o algún elemento fuera de lo común que atraiga su atención y disminuya la ansiedad.
¿Cuáles serían los tips que compartirías con un docente que enfrenta su primer día de clases? Comparte con nosotros tus ideas y fortalece tu comunidad escolar.