Las herramientas de trabajo son importantes para los docentes, tener a la mano el material que proporcionaremos a los alumnos, los recursos que utilizaremos para dar la clase y diseñar nuestros ejercicios es muy importante, pero quizá ningún elemento es tan necesario como nuestra voz. Para un docente cuidar su voz es quizá una de las tareas más importantes de su vida profesional pues es elemento primordial de sus clases.
¿Cómo cuidar nuestra voz?
Calienta antes de entrar a clase
Unos ejercicios de vocalización antes de entrar a clase pueden cambiarlo todo, esto ayudará a que tus cuerdas vocales se preparen antes de largas horas de hablar, en lugar de forzarlas de la nada. Puedes consultar en línea algunos ejercicios para cantantes, aunque no seas experto en las notas musicales, subir y bajar entre tonos, y prepararte para subir el volumen puede ayudar mucho.
También puedes agregar ejercicios entre clases para descansar, soplar por un popote en un vaso con agua, por ejemplo, ayudará a que se relajen y descansen un poco antes de volver a la carga.
Mantente hidratado
Tomar agua es esencial para el cuidado de la voz y en general para el cuidado de las vías respiratorias, no olvides tener a la mano un poco de agua en todo momento, no necesitas tomar grandes cantidades de agua, pero si dar algunos tragos a lo largo del día.
No grites
El volumen de voz es sin duda muy importante para el aula, lograr que nuestra voz alcance todos los rincones del salón de clases para que todos los estudiantes nos puedan escuchar sin problemas, esto puede confundirse fácilmente con gritar, lo que puede lastimar nuestra garganta y a largo plazo afectar nuestra voz.
Proyectar la voz de manera adecuada implica el uso de todo nuestro cuerpo, tener una respiración profunda que involucre el diafragma,, así como la activación del suelo pélvico. Date oportunidad de probar cómo respiras y practicar para que sea profunda en lugar de superficial. Al tomar aire el vientre debe hincharse, no el pecho, puedes además practicar y al soltar el aire hacerlo de manera lenta, entre los dientes, esto te ayudará a identificar por donde pasa el aire en tu cuerpo. La respiración diafragmática es clave para un proyección de voz.
Cuida tu alimentación
Una alimentación balanceada es importante para todos los aspectos de la salud física y mental, pero para el caso de la voz también tiene implicaciones importantes. Evitar alimentos muy irritantes que puedan causar reflujo se vuelve esencial, pues el ácido estomacal quema nuestras cuerdas vocales. También es necesario evitar sustancias como el alcohol, el tabaco o el café, no hagas de estos hábitos cotidianos, pues afectarán tu aparato fonador.
Relaja los músculos
La tensión muscular en la zona del cuello, los hombros y la cabeza puede afectar también la forma en la que emitimos nuestra voz, así que estar atentos a esta zona y buscar que los músculos se mantengan lo más relajados posible es importante. Estira de vez en cuando a lo largo del día, evita una mala postura y ejercítate regularmente, no solo para que los músculos se fortalezcan, también para tener una mejor condición que te ayude con la capacidad respiratoria.
La voz es sin duda uno de los elementos más importantes del trabajo docente, cuidar de ella y ser conscientes de cómo la utilizamos es tan necesario como cuidar otras herramientas y recursos. ¿Qué haces para cuidar de tu voz? ¡Comparte con nosotros!