Cuando somos docentes de los últimos grados en nuestra escuela nos toca ver estudiantes que pronto entrarán en una nueva etapa, llena de cambios, sorpresas y nuevos retos. Muchas veces estos alumnos se trasladan a sitios totalmente diferentes, con rutinas muy distintas, además de enfrentar los cambios propios de la edad, que agregan estrés a los desafíos de la escuela.
Para las familias como para los estudiantes es posible que este cambio sea un gran desafío, pues gestionar la pubertad o la adolescencia en conjunto con nuevos maestros, nuevos horarios, expectativas académicas, puede resultar confuso.
Como testigos de esta transición podemos apoyarlos. Aquí algunas ideas.
¿Qué es la pubertad/adolescencia?
Que las familias de los alumnos tengan a la mano información sobre los cambios que enfrentan sus hijos al entrar en esta nueva etapa puede ayudar mucho a tomar decisiones, así como a comprender esta nueva etapa. No solamente se trata de hablar de los cambios orgánicos, sino de las expectativas sociales que muchas veces implica el entrar a cierto periodo, así como del neurodesarrollo, pues esto influye mucho en la conducta de los estudiantes y en su desempeño académico.
Con esta información será más factible que los padres de familia escuchen las necesidades de sus hijos, los puedan guiar y hagan de la transición un espacio seguro, por lo que organizar jornadas de información para las familias puede ser una gran iniciativa.
Comunicación asertiva
Hay muchos cambios que los alumnos requerirán manejar una vez que entren en la nueva escuela y aunque las habilidades necesarias para adaptarse a los cambios se desarrollan poco a poco y todo lleva su tiempo, algo que puede ayudarlos desde el inicio es la capacidad de comunicarse y vincularse de manera efectiva con las demás personas, tanto con sus pares como con los adultos a su alrededor, para recibir apoyo cuando sea necesario, para trabajar en equipo y para formular vínculos significativos, saludables, para la nueva etapa.
Si bien, como docentes no podemos hacer que todos los alumnos tengan la capacidad de comunicarse con las personas, sí podemos proporcionarles algunas herramientas para desarrollar esta habilidad de manera natural, como hablar sobre empatía, ayudarles a ver la perspectiva de los otros y considerar cómo sus palabras afectan a otras personas. Así mismo podemos fortalecer sus habilidades de negociación y conciliación de conflictos, al escuchar activamente, expresar sus necesidades de manera concreta e identificar sus emociones, nombrándolas.
Anticipa algunos cambios
Aunque no podemos enseñarles exactamente cuál será la experiencia que vivan los alumnos en su nueva escuela, si podemos ayudarlos con la guía de lo que les espera en el nuevo lugar, puedes invitar ex-alumnos que hablen un poco de su experiencia y les comuniquen cuáles fueron los cambios más abruptos que tuvieron, también puedes adelantarles qué tipo de materias tendrán que conocer, cuáles son los sistemas de servicios escolares con los que contarán e incluso hacer recorridos por las nuevas escuelas cuando las condiciones lo permitan.
Es importante que esta aproximación les sirva para relajarse y no para preocuparse, no es necesario advertirles sobre lo difícil que será la experiencia, más bien se trata de ayudarlos a emocionarse y prepararse.
¿Has dado clases o das clases en los últimos cursos? ¿Cuál es tu aproximación ante la transición que vivirán los alumnos? ¡Comparte tus experiencias con nosotros!