Como adultos es normal sentir aprensión ante el panorama mundial actual. Y es que hay semanas que nos provocan total incertidumbre y temor ante las malas noticias que caen constantemente sobre nosotros, desde la problemática por el cambio climático, las tensiones políticas, la pandemia que aún continúa y, sin ir más lejos, un contexto social complejo, es probable que en algún momento sintamos algún tipo de nerviosismo o ansiedad.
La cuestión es que como docentes no estamos solos con nuestra incertidumbre, también estamos rodeados de estudiantes, niños, niñas y jóvenes que entre más edad tienen más involucrados llegan a estar con las noticias del día a día, que no suelen ser del todo alentadoras. Estas noticias tienden a causar ansiedad, estrés o nerviosismo en cualquier persona y quizá con más fuerza en los más jóvenes, que no siempre sienten que tienen el control de su situación personal y mucho menos del mundo en el que viven. Esa inquietud y la tensión consecuente puede llegar a nuestra aula, ya sea en forma de preocupación, ira o tristeza.
Si bien en casa es el primer sitio donde los alumnos expresan sus emociones al respecto de muchas cosas, su presencia en el salón de clases es inevitable, por ello llegamos a necesitar estrategias para abordar esta situación, apoyar a los niños cuando se sienten preocupados e informar a los padres de los efectos que esto tiene en ellos. ¿Cómo manejar su estrés por las malas noticias del mundo?
No podemos cambiar las cosas, pero sí podemos cambiar las cosas
Es real, como docentes y como adultos no podemos cambiar la situación mundial para crear desde nuestra perspectiva un mundo más amable con los alumnos, existen conflictos mucho más allá de nosotros. Pero sí podemos transmitir a los alumnos agencia sobre su entorno. Es importante hacerles saber a los estudiantes que si bien no son los responsables del manejo de la pandemia, sí pueden entablar acciones para cambiar el mundo, a su manera, a su ritmo y especialmente de acuerdo a su alcance, pero tienen toda la posibilidad de realizar acciones que valgan la pena para todos.
Desde nuestra aula podemos construir proyectos que den solución específica a problemas de la comunidad. Enseñar a los alumnos que el aprendizaje escolar no es solamente un aspecto teórico, sino la base para cambiar el mundo les ayudará a sentirse más seguros, confiados y comprometidos con su escuela. Al final del día, en sus manos están las decisiones del futuro para el mundo.
También podemos motivar a los alumnos a convertirse en portavoces de las acciones necesarias para el cambio. El activismo como estudiantes ayudará a cambiar el mundo en el futuro y aunque esto no se trata de enrolar a los alumnos en campañas complejas, sí se trata de empoderarlos para que utilicen su voz, su plataforma y sus recursos para hacerles saber a los demás cómo pueden cambiar las cosas.
¿Cómo nos hace sentir?
Si bien discutir algunos temas con los alumnos puede tener sus puntos álgidos porque no siempre podemos transmitir o estar de acuerdo con opiniones personales suyas, de sus padres o nuestras, sí podemos apoyarlos desde el aspecto socioemocional, así como compartir con ellos información con base científica que les ayude a disipar algunas dudas.
Es primordial que ellos expresen cómo se sienten, que aprendan a identificar las emociones que les provocan las noticias que reciben del exterior, qué implicaciones tienen para ellos de manera personal, cómo y dónde sienten el miedo, qué es lo que más les preocupa y cómo pueden actuar ante esas situaciones. A veces como adultos tendemos a subestimar lo que los niños expresan o lo que les preocupa, pues sentimos que deberían estar seguros, cuidados por los adultos, pero la ansiedad causada por los hechos mundiales podría significar un serio problema para los más pequeños, así que tomar medidas que les ayuden a sentirse más preparados es una buena manera de evitar graves consecuencias por las noticias actuales.
Autocuidado
Si bien es necesario estar informados, también es necesario crear espacios aislados de las malas noticias, en los que puedan tener un espacio para cuidar su salud física y mental. Enséñales a los alumnos las estrategias que pueden seguir para sacudirse un poco las malas noticias, escribir, dibujar, bailar, cantar, crear cinco minutos en el día en los que puedan estar tranquilos y que sean solo para ellos.
Este tip es muy importante incluso para los adultos, pues se trata de hacernos saber que nuestro mundo interior es tan importante como el exterior. No se trata de ignorar la realidad, sino de hacer algo por nosotros mismos.
Las noticias diarias pueden dejar una huella en los estudiantes, es importante ayudarlos a atravesar la incertidumbre y la ansiedad. ¿Has tenido estudiantes afectados por las noticias mundiales? ¿Cómo has manejado esto en clase? ¡Comparte estos consejos con nosotros!