Ser maestro es una vocación intensa, demandante y compleja, muchas veces decimos que ser docente no es solo un trabajo, es un estilo de vida y es que muchos aspectos de nuestro día a día se llenan del espíritu escolar, por lo que ocupa espacios que otras personas dedican exclusivamente a áreas más personales. Si bien esto se debe mucho a la pasión que sentimos por nuestro trabajo, puede convertirse en un reto el separar nuestra vida personal de las responsabilidades del trabajo, las emociones del aula, las preocupaciones por los estudiantes, las responsabilidades escolares y el peso de formar a nuevas generaciones.
Todo esto puede convertirse en una extensión constante de la rutina, incluso en vacaciones o en espacios ajenos al trabajo. Por eso, uno de los mayores desafíos para los docentes durante el receso escolar es desconectarse del rol profesional y reconectar con quien son fuera del aula, algo que resulta esencial para recuperar energía.
Reconecta contigo
Para lograrlo, el primer paso es asumir que eres mucho más que un maestro. Aunque enseñar sea una parte central de tu identidad, no es lo único que te define, tienes intereses, relaciones, pasiones y necesidades que también merecen tu atención. Las vacaciones representan una oportunidad única para volver a poner en el centro aquellas partes de ti que quizás quedaron relegadas durante el ciclo escolar o descubrir nuevas pasiones que te ayuden a reencontrarte.
Haz tiempo para ti
Reconectar con tu vida personal no requiere grandes viajes ni cambios drásticos. A veces, basta con permitirte días sin horarios, sin planificaciones, sin correos institucionales ni pensamientos recurrentes sobre el trabajo. Recuerda que descansar no tiene nada que ver con la irresponsabilidad: estás cuidando la fuente desde la cual enseñas. Un docente que se cuida a sí mismo fuera del aula, tiene más recursos dentro de ella.
Durante este tiempo, es útil realizar actividades que no tengan ninguna relación con lo educativo. Cocinar por placer, retomar un hobby, compartir tiempo con tu pareja, amigos o familia, o simplemente disfrutar de la quietud pueden ayudarte a recordar quién eres cuando no estás en modo “profe”. Despegarte del papel del docente te permitirá volver a tu rol con una perspectiva más saludable.
Límites claros
Establecer límites con lo laboral durante las vacaciones es un asunto esencial. No revisar constantemente grupos escolares, evitar planear demasiado temprano o decir no a compromisos que puedan esperar es parte del proceso de recuperación emocional, la desconexión no es solo digital, sino también mental, necesitas espacio para ti y para preocuparte por lo que más importa.
Si no te es posible dejar totalmente de lado el trabajo crea espacios muy claros para atender este tema y deja el resto del día completamente libre, no se trata de ignorar responsabilidades, sino de crear espacios para ti.
Recuerda el objetivo final
Reconectar contigo mismo te ayudará a recuperar energía, descansar y volver a ti, pero también te ayudará a fortalecerte como docente al volver a clases, pues estarás en contacto contigo y te sentirás fresco ante un nuevo comienzo. Enseñar desde el equilibrio es más efectivo que hacerlo desde el desgaste, así que, si sientes culpa por “no hacer nada”, recuerda que lo estás haciendo todo: estás volviendo a ti.
¿Crees que es necesario volver a ti durante las vacaciones?