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Comunicado 47. Formación continua para los docentes, inversión estratégica para el futuro del país
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10 11/2025

¿Cómo despertar la curiosidad en los estudiantes?

sala de maestros   por Soy SNTE 

El aprendizaje es un proceso muy complejo conformado por muchas etapas, aunque la memoria y transmitir información son muy importantes, lograr que los estudiantes alcancen aprendizajes profundos requiere encender también su interés por saber más, despertar en ellos preguntas que si bien no siempre podemos resolver en el aula, si les motivan a buscar sus respuestas más allá de las aulas. La curiosidad es el motor más poderoso del aprendizaje, y sin embargo, a menudo se apaga demasiado pronto, sofocada por la rutina, el miedo al error o el exceso de control, por ello diseñar actividades que despierten curiosidad implica recuperar el asombro, abrir el aula al descubrimiento y permitir que el estudiante se sienta protagonista de lo que aprende.

 

¿Por qué curiosidad?

La curiosidad nace cuando hay algo que no entendemos del todo, una brecha entre lo que sabemos y lo que queremos saber, por eso, para estimularla es necesario comenzar por hacer más preguntas y menos por dar respuestas correctas. La curiosidad se despierta cuando el aprendizaje se convierte en exploración, no en obligación.

 

¿Cómo aumentar la curiosidad de los alumnos?

Una estrategia sencilla para encender la curiosidad en nuestras clases consiste en iniciar cada tema con un reto o enigma, en lugar de con datos e información, puede ser tan simple como utilizar una imagen sin contexto, un fragmento de audio, una afirmación provocadora o una situación contradictoria, lo más importante es invitar a nuestros alumnos a imaginar de qué se trata la clase, qué pueden deducir de ese material para lo que aprenderán, a pensar en las posibilidades. Por ejemplo, antes de explicar un concepto gramatical, puede plantearse un caso curioso o una frase ambigua que despierte la necesidad de comprender; también, antes de hablar de un fenómeno natural, mostrar un hecho sorprendente o aparentemente imposible que ocurre a partir de este hecho. Lo más importante es agregar cierta incógnita a lo que los alumnos ven y conocen a diario. 

 

Inferencias y deducciones

Dar al estudiante la oportunidad de anticiparse a los temas y pedirle sus predicciones e hipótiesis al respecto de lo que vemos en la clase antes de recibir la explicación puede ayudar mucho a motivar la curiosidad, pues esto transforma la clase en un proceso activo. El alumno no recibe la información, la busca en sus conocimientos previos y con procesos de deducción propios. No es necesario acertar en todos los casos, pero si ayudarlos a buscar entre lo que ya saben del curso y de su propio contexto para dar respuestas que se acerquen a lo que aprenderán.

 

Contextos cotidianos

Conectar los contenidos con la vida cotidiana, con los intereses reales de los estudiantes es una estrategia muy útil. Cuando sienten que lo aprendido tiene sentido más allá del aula, la curiosidad surge naturalmente, preguntas como “¿en qué te serviría esto fuera de clase?” o “¿cómo lo aplicarías en una situación real?” abren puertas al pensamiento crítico y al vínculo entre saber y experiencia.

 

La importancia de planear

Diseñar con curiosidad no es improvisar, sino planificar para sorprender. Se trata de construir actividades que combinen estructura con libertad, guía con exploración. Una buena práctica es incluir momentos de incertidumbre: no revelar todo de inmediato, dejar que el grupo descubra gradualmente la respuesta.

 

Encender nuestra propia curiosidad

La curiosidad no se enseña, es mucho más un proceso que se contagia con la emoción de saber más, de descubrir el mundo que nos rodea. Por eso, ser docentes curiosos, crear un ambiente donde explorar es natural y hacernos preguntas a la par de los alumnos es tan importante para motivar a los alumnos en ese mismo camino. Al final, despertar la curiosidad no depende tanto de los recursos, sino de la actitud: mirar el conocimiento no como un conjunto cerrado, sino como un territorio por descubrir.

 

¿Crees que tus alumnos necesitan aumentar su curiosidad? ¿Cómo motivas esto en ellos? ¡Comparte con nosotros!

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