Leer y escribir son algunas de las habilidades que más se valoran en el aula, son de la primeras cosas que se le enseñan a un niño que ingresa a la escuela y los avances en estos aspectos muchas veces son tomados en cuenta como señales importantes de desarrollo e incluso de inteligencia. La dislexia, por su parte es un trastorno común pero que enfrenta muchos estigmas, se asocia a bajos niveles de inteligencia o poco interés por parte de los estudiantes, si sus signos pasan desapercibidos puede causar un grave impacto en la educación de un alumno que no sabrá la razón por la que su rendimiento no mejora a pesar de poner esfuerzo, lo que puede llevar a la deserción, la pérdida de interés y a problemas de autoestima y confianza.
Como docentes tenemos el reto de apoyar a los estudiantes que enfrentan algún tipo de barrera de aprendizaje así como de guiar a las familias en su detección y posibles rutas de apoyo. Estar informados sobre los signos que caracterizan a este tipo de trastornos del desarrollo es fundamental para nosotros.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta principalmente la habilidad lectora. También puede influir en la capacidad de escribir, deletrear y, en algunos casos, en la organización del pensamiento para expresar ideas. Es muy importante resaltar que estas dificultades no están asociadas a la inteligencia, pero puede causar dificultades en el aprendizaje.
Brindar el apoyo adecuado a tiempo puede cambiar por completo la experiencia de un estudiante. Es importante entender que la dislexia no se supera con la edad ni con la adquisición de la habilidad lectora, pueda causar retos a lo largo de toda la vida, pero también es posible sobreponerse a ellos con las herramientas y el acompañamiento adecuado.
¿Cómo detectar la dislexia en nuestra aula?
No todos los alumnos con dislexia son iguales, cada persona puede presentar signos específicos con mayor o menor intensidad, por lo que estar atentos y conocer mejor a nuestros alumnos puede ayudar mucho.
Dificultad para reconocer las letras y sus sonidos
Aunque se cree que la dislexia no se identifica hasta la edad escolar, existen signos que podemos encontrar desde la primera infancia, saber si nuestro estudiante tiene historial de dificultad para seguir instrucciones, memorizar los nombres de otras personas o animales, aprenderse canciones comunes para niños o si tiene dificultades para pronunciar palabras mezclando sílabas como “estógamo”, así como si algún familiar cercano tiene alguna dificultad para leer y escribir, pueden ser signos a considerar al momento de hablar sobre dislexia.
Identificar las letras
Un alumno con dislexia podría experimentar una importante dificultad para asociar el sonido de las letras con la grafía en sí misma, lo que le causaría dificultades para identificarlas al momento de memorizar el alfabeto. Esto es notorio incluso antes de comenzar a leer, pues incluso reconocer palabras como su propio nombre se vuelve una tarea complicada.
Memorizar palabras
Los estudiantes con dislexia suelen tener dificultades para memorizar y retener nuevas palabras, tanto habladas como escritas. En el aula, esto se puede manifestar cuando un estudiante tiene problemas para recordar vocabulario nuevo o palabras de uso común que ya deberían ser familiares.
Lectura lenta y laboriosa
Cuando un niño presenta dislexia es probable que su lectura sea bastante más lenta que la de sus pares, hacer muchas pausas o leer palabra por palabra sin lograr un ritmo fluido incluso en lecturas simples. También presentarán errores frecuentes al momento de leer, cambiar el orden de lo escrito, sustituir palabras o adivinarlas basándose en las primeras letras o sílabas.
Dificultades con la ortografía y la escritura
Los errores ortográficos son otro signo común, es posible que escriban las palabras como suenan, omitan o inviertan las letras. Además, pueden tener dificultades para organizar sus ideas en el papel, y sus escritos suelen ser desordenados o difíciles de entender.
Seguir procesos e instrucciones
A menudo, los niños con dislexia presentan dificultades para comprender conceptos relacionados con el orden o la dirección. Pueden tener problemas para recordar secuencias como los días de la semana, los meses del año o los pasos para realizar una tarea. Además, pueden confundir la izquierda y la derecha o tener problemas para seguir instrucciones en orden.
Es común que la dislexia cause una fuerte frustración en los niños, que ven a sus compañeros avanzar a un ritmo que ellos no logran alcanzar sin importar lo mucho que se esfuercen, además de enfrentar regaños por parte de los adultos que suelen juzgar sus dificultades como falta de interés, flojera o rebeldía. Es por ello que como docentes debemos estar atentos a los signos y trabajar con ellos para avanzar en sus retos.
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