Ser docentes es estar expuestos al escrutinio constante por parte de los alumnos, ya sea de los más pequeños curiosos e inocentes, o de los adolescentes igualmente curiosos, pero con mayor habilidad indagatoria. Ya sea que tenemos alumnos pequeños o grandes, las preguntas que no queremos o no sabemos cómo responder son una constante en el salón de clases, ya sean dudas sobre los temas de la clase, preguntas demasiado personales para responderlas en el aula o hasta cuestionamientos sobre temas muy incómodos que no tienen que ver con la clase, pero que están causando incertidumbre en los estudiantes.
Saber responder a este tipo de preguntas no es algo que encontremos en los libros sobre teoría de la materia que impartimos ni necesariamente en los de enseñanza o aprendizaje, pero si forman parte de las clases diarias. ¿Has enfrentado este tipo de preguntas? ¿Cómo haces para responderlas? ¡Aquí te daremos unas ideas para momentos difíciles!
Cuando se trata de la escuela
Ser docente no es sinónimo de saberlo todo, aunque nuestros alumnos crean que sí. Es probable que en más de una ocasión los estudiantes planteen preguntas sobre el tema que estamos dando que no sabemos cómo responder exactamente o alguna duda sobre el procedimiento que no nos había surgido y que complica por completo la situación. Para estos momentos es muy importante recordar que es perfectamente normal que no lo sepas todo y las preguntas difíciles nos muestran que tenemos alumnos que están atentos a lo que decimos, además de interesados por el tema de la clase.
No tener la respuesta a la mano en el momento en que surge la pregunta es perfectamente normal, ya sea porque de momento nos agarra desprevenidos y necesitamos repensar el proceso para obtener la respuesta o porque en definitiva no sabemos o no conocemos la información. Y hacerle saber a los alumnos esto es muy importante, pues esto les demuestra que todos tenemos dudas o que hay cosas que no conocemos y evita confusiones o desinformación. La mejor forma de resolver esta situación es decir directamente que no lo sabes y que necesitas tiempo para resolver la pregunta. También puedes transformar este momento en una oportunidad de aprendizaje e investigar junto con tus alumnos la respuesta, para más adelante exponerla y llegar juntos a una conclusión.
Preguntas personales
Otro tipo de preguntas que son realmente difíciles de responder es el tipo de entrevista sobre nuestra vida personal. A los alumnos les interesa saber de todo, desde nuestras relaciones personales, hasta el color favorito de nuestras mascotas y aunque la mayoría de las veces se trata de preguntas divertidas o curiosas, por distintas razones podríamos llegar a escuchar preguntas que sencillamente no sabemos o no queremos responder.
Una forma de abordarlo es dejar claro desde el inicio del curso, tomar en cuenta en las reglas del salón de clases cuáles son los límites y cuáles las señales que pueden utilizar tanto los alumnos como tú como docente para darle a entender a alguien que eso es algo que no va a responder. Enseñar límites sobre la vida personal es muy importante y transmitirles que no siempre están obligados a responder a todas las preguntas puede ser una gran oportunidad pedagógica.
Para declinar este tipo de preguntas basta con decir amablemente que eso es demasiado personal o que te gustaría guardar esa información solo para ti.
Preguntas fuera de lugar
También existen preguntas que salen totalmente de nuestro contexto escolar y que pueden salir de situaciones muy delicadas, temas como la muerte, la sexualidad, la violencia, la salud o sobre sí mismos, las cuales pueden ser preguntas conflictivas, que abordan temas complejos o temas considerados tabú. Como docentes, no podemos entrar en la vida personal de los alumnos, pero sí podemos ser claros y concretos. Lo mejor es siempre responder con información veraz, datos concretos y hechos reales, así como dejar claro a los alumnos que sus preguntas son válidas. En temas como la muerte podríamos sentirnos incómodos, pero cuando los más jóvenes perciben que los adultos a su alrededor lo tratan con miedo o con incomodidad, podrían mostrar estrés y dificultad para transitar esos temas, al final son preguntas comunes sobre temas con los que convivimos día con día.
Cuando las preguntas tocan temas más bien personales es importante buscar un espacio seguro para platicar con ellos y buscar siempre que se sientan tranquilos, en confianza y validados. No siempre podremos responder a sus preguntas, especialmente cuando los temas son muy personales, pero siempre podemos guiarlos para encontrar un camino que los lleve a responder sus inquietudes.
¿Has tenido alguna pregunta incómoda en el salón de clases? ¿Cuál ha sido tu respuesta? ¡Comparte con nosotros!