Aprender no es un proceso simple, aunque para muchas personas se trata solamente de escuchar información, guardarla en la memoria y mantenerse concentrado a voluntad, en realidad requiere de muchos procesos distintos y de condiciones que nos permitan esa concentración que tanto necesitamos. Por ello es que ser docente no es una tarea sencilla en ningún sentido, transmitir conocimientos sólidos y ayudar a los estudiantes a resolver sus preguntas es un reto importante por sí mismo y a veces el esfuerzo por ser claros y brindar toda la información que ellos necesitan para su aprendizaje puede hacer que nuestras clases sean cansadas y abrumadoras, lo cual resulta contradictorio para nuestros objetivos. 

Cuando tenemos clases largas y llenas de información podemos llegar a causar el efecto contrario a lo que buscamos en el aula, abrumar a los alumnos cuya memoria de trabajo podría saturarse. ¿Cómo evitar la sobrecarga cognitiva en los estudiantes? ¿Qué podemos hacer para que el aprendizaje sea más eficiente?

Claridad y síntesis

Hacer nuestras clases sintéticas y claras, aunque pensemos que dar más información hará que el aprendizaje sea más completo, durante una sesión es difícil que el alumno logre almacenar demasiada información, aún si le parece interesante. Por ello es más efectivo tener objetivos claros y llegar a ellos por el camino más corto, evitar dar demasiados detalles o incluir información que no tiene relación con el objetivo de la clase. 

Información extra

Evitar que las aulas en sí mismas sean una fuente de información que pueda distraer y sobrecargar al estudiante es importante, por lo que cuidar que los estímulos que reciben los alumnos sean únicamente los necesarios puede ayudar mucho. Disminuir los ruidos externos, por ejemplo, es un buen inicio, así como paredes sobrecargadas de información de la clase, mantener un pizarrón ordenado y cuidar que los materiales que les damos para la clase sean solamente los necesarios para apoyar el aprendizaje también es importante. 

Evita repetir información en materiales de clase y durante la sesión, estos no deben ser un obstáculo para el aprendizaje sino un apoyo para recordar datos importantes o tenerlos a la mano. 

Descansos continuos

Aunque el cerebro humano es muy poderoso y tiene capacidades extraordinarias también puede abrumarse con facilidad, el tiempo que puede dedicarse a una actividad específica, concentrarse y recordar información es limitado, por lo que el descanso es tan importante como los tiempos de aprendizaje focalizado. Dales oportunidad a tus estudiantes de descansar entre actividades, estirarse, utilizar su cuerpo para moverse por el aula y de comunicarse con sus compañeros, de esta manera podrán reiniciar sus cerebros con calma para seguir con la clase. 

Nunca hacer dos cosas a la vez

A veces queremos hacer más eficiente la clase o apoyar a la comprensión de información por medio de ejercicios que deben resolver los alumnos mientras escuchan la sesión, sin embargo la atención dividida puede ser contraproducente para los objetivos de la clase. Evita que los estudiantes traten de hacer dos cosas a la vez, concentrarse en una sola es más importante que resolver algún ejercicio al mismo tiempo o prestar atención a diferentes fuentes de información. 

Comparte con ellos tips

No todos los elementos necesarios para evitar la fatiga y la sobrecarga de información en clase dependen de nosotros o del momento de la clase, algunos pueden venir desde casa y por lo tanto prevenirse. Comparte con tus estudiantes algunas ideas para que se cuiden ellos mismos fuera de la escuela, por ejemplo dormir bien, evitar muchas horas de uso de dispositivos digitales u horas de estudio demasiado largas podrían ser pequeñas acciones que les ayuden a rendir mejor en la escuela. 

¿Crees que tus estudiantes han experimentado sobrecarga de información? ¿Has trabajado alguna estrategia para prevenir esto? ¡Comparte con nosotros tus ideas!