En años recientes hemos visto el surgimiento de muchas metodologías para el salón de clases que diversifican las actividades en el aula y, en su mayoría, buscan que los alumnos tengan un papel más activo en su proceso de aprendizaje, moviéndose al frente del aula y apoyando su desarrollo en habilidades como la investigación, el pensamiento crítico y la creatividad.
¿Cómo transitar hacia estas dinámicas? ¿Qué necesitamos para poner en marcha proyectos que ayuden a nuestros estudiantes a desarrollar sus habilidades?
Alumnos activos
Es importante hacerle ver a los estudiantes la importancia de su papel al interior del aula para el funcionamiento de la clase, muchos de ellos están a acostumbrados a ser receptores pasivos del conocimiento, a memorizar para pasar los exámenes y repetir información en sus tareas. Incluso algunos de los estudiantes con las mejores calificaciones podrían tener dificultades para ajustarse a dinámicas más activas que requieran otro tipo de tareas, pues las expectativas que normalmente se tienen de ellos no coinciden con las necesidades de este tipo de metodologías.
El primer paso es ayudar a los alumnos a identificar las tareas que tendrán que realizar en el aprendizaje por proyectos o en la resolución de problemas, observación, investigación, pensamiento crítico, creatividad, escucha activa, todo esto es necesario para reunir información y transformarla en soluciones para los problemas que se presenten en las actividades.
Deja algunas tareas que sirvan para este efecto, no para repetir información o memorizar los textos de un libro, sino para dejar volar la imaginación, realizar investigaciones propias y analizar información por su cuenta.
Trabajo en equipo
Una parte importante de cualquier metodología activa es el trabajo en equipo, la posibilidad de colaborar entre compañeros de forma que las fortalezas de cada estudiante sean tomadas en cuenta, útiles para resolver problemas, sin embargo el trabajo en equipo suele ser uno de los grandes retos para muchos estudiantes de todos los niveles, quienes tienen dificultades para repartir tareas, asumir responsabilidades y confiar en sus compañeros.
Antes de embarcarnos en una dinámica que puede llevar meses para una metodología como Aprendizaje Basado en Proyectos, por ejemplo, es importante asegurarnos de que los estudiantes pueden colaborar juntos, así como encontrar las estrategias necesarias para dirigir esos equipos de la mejor manera, al final del día, los alumnos cuentan con nosotros para resolver sus dudas y afrontar los retos.
Intenta primero con proyectos más cortos en los que todos propongan soluciones, evita las dinámicas en las que los alumnos se reparten el trabajo y trabajan de forma individual para al final “juntar sus partes”, es más importante ayudarlos a identificar los roles que cada uno puede jugar para crear un trabajo más fuerte.
Fortalece tu propio proceso
Para muchos docentes cambiar a metodologías activas puede ser complicado, simplemente porque tenemos el instinto de entrar en acción y darles información, respuestas y guía en aspectos de cada proceso que no siempre son necesarios.
Analizar a profundidad las dinámicas que proponemos en clase, diseñar claramente cada paso de esta metodología en nuestra aula, hacer los ajustes que consideremos necesarios y estar conscientes de que el proceso requerirá de nuestra flexibilidad puede ayudar mucho a establecer mejores dinámicas.
Para algunos docentes también puede serles útil el ver el plan en acción antes de implementarlo, por lo que acercarte a docentes que hayan realizado dinámicas similares, trabajar en equipo con ellos y probar algunos pasos antes de embarcarte en un proyecto a largo plazo puede ser muy útil.
Prueba nuevas herramientas
Una parte de la innovación en el aula también conlleva el probar nuevas herramientas en el camino, familiarizarnos con nuevos materiales, identificar aquellos que pueden ser más eficientes en nuestra aula, ayudar a los alumnos a familiarizarse con ellos, así como dedicar espacios al aprendizaje en el uso de nuevas tecnologías (o incluso de viejas conocidas) nos ayudará a tener el campo de batalla listo para las nuevas experiencias.
¿Has implementado en tu aula alguna metodología novedosa? ¿Cómo te ha funcionado y qué cambios has tenido que realizar? ¡Comparte con nosotros tus experiencias!