Como docentes conocemos la importancia de la escuela, ese espacio de aprendizaje donde los estudiantes son guiados por un docente que les enseña, les proporciona ejercicios, información, les ayuda a resolver sus dudas y los evalúa, un lugar en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje se completa. Pero a veces las circunstancias no se tratan solo de la relación entre el maestro y el alumno, sino de la relación entre el aprendizaje y el alumno y lograr que éstos sean realmente autónomos, capaces de tomar en sus manos su propio proceso puede ser aún más importante, que el enseñarles sobre ciertas materias.
En el futuro casi todos los estudiantes tendrán que enfrentarse a ser autónomos, pues la escuela los obliga a ser conscientes de sus procesos y responsables de lo que realmente aprenden, sin embargo puede ser difícil obtener las habilidades necesarias para lograr esto, pues muchas veces nos acostumbramos a la estructura de la escuela.
A partir de la pandemia el contexto nos orilló a reforzar estos aspectos en los estudiantes, quienes de pronto se encontraban solos en casa con la responsabilidad de repasar, de estudiar o de tomar la decisión de entrar a clases. Por extraordinaria y emergente que haya sido esta situación, la evolución de la tecnología y los procesos sociales parecen indicar que en el futuro cada vez más estudiantes enfrentarán ambientes educativos digitales, mucho más diseñados para el autoaprendizaje que para la educación tradicional. Además de que será muy importante la formación continua en prácticamente todas las profesiones del futuro.
En ninguno de estos contextos el papel del docente se ve disminuido, por el contrario, el maestro continúa siendo el gran facilitador, capaz de guiar a los estudiantes a través de procesos cada vez más autónomos, por lo que nuestro trabajo en el aula es esencial para el futuro.
¿Cómo ayudar a los estudiantes a ser más autónomos?
Enseñar directamente técnicas de estudio y métodos de aprendizaje les ayudará cuando se sientan perdidos y es que en la escuela muchas veces nos enseñan a memorizar, nos piden copiar resúmenes o subrayar los aspectos más importantes de un texto, sin darnos la parte teórica y crítica de estas actividades. Aprender a distinguir qué información buscamos al leer, diseñar mapas mentales, técnicas como la mnemotecnia para memorizar con mayor facilidad, así como el reflexionar sobre conceptos importantes más que recordar palabra por palabra las citas del libro son estrategias que ayudarán a los alumnos a convertirse en verdaderos autodidactas.
Lo mejor que podemos hacer por los alumnos es ayudarlos a reflexionar sobre su aprendizaje, los conceptos que están aprendiendo, la utilidad que estos tienen y la relación que presentan con otros aprendizajes, otras materias y otras ideas. Este tipo de conexiones son muy importantes para que en el futuro los alumnos sean capaces de identificar conocimientos importantes y preservarlos.
Poner en práctica lo aprendido
Una manera importante de evaluar, entender y recordar la información importante es ponerla en práctica. Usar lo que aprendemos es esencial para validar, comprender y no olvidar, además de la relación de la parte teórica con el mundo real hará más sencillo apreciar la importancia de cierto conocimiento, así como los detalles de la teoría que no siempre es fácil recordar.
Motivación
Esta es la parte más importante de los alumnos autónomos, pues son ellos quienes deberán conseguir el tiempo e invertir la energía necesaria para continuar sus procesos de aprendizaje, pero también es de las más difíciles, especialmente en un ambiente complejo donde no siempre se tienen los recursos para invertirlos con soltura al tema de la educación, o en un mundo que se mueve a gran velocidad, donde no siempre es sencillo mantener la atención focalizada en una actividad que suele ser solitaria.
Como docentes conocemos perfectamente las dificultades actuales para motivar a los alumnos, pues muchas veces están distraídos en redes sociales, interesados en videojuegos, programas de televisión, o incluso absortos en problemas propios. Por ello, inspirarlos a dedicarse a la educación es muy importante y hacer ejercicios en los que ellos decidan por qué es necesario aprender, así como la relación que esto puede tener con sus intereses particulares, les ayudará a continuar con su educación, aún si es necesario poner empeño por su propia cuenta.
¿Crees que es necesario tener alumnos más autónomos? ¿Cómo los apoyarías para profundizar en esos aspectos? ¡Comparte con nosotros tus ideas!