Como muchos otros espacios, la escuela ha evolucionado con los años, especialmente gracias a la investigación de psicólogos, pedagogos y neurocientíficos, ahora sabemos más sobre el aprendizaje, las implicaciones que tiene y lo que se necesita para llevar a cabo este proceso. Debido a todo esto el aula ha cambiado poco a poco y aunque el docente es y será el guía en el salón de clases, ahora se busca que los alumnos sean el centro de atención, activos y propositivos en su día a día, en lugar de receptores pasivos.
¿Cómo crear un aula donde el estudiante sea el protagonista? Esto puede sonar relativamente fácil, pero la gestión del aula y el probar nuevas metodologías tiene sus propios retos, por lo que muchas veces, a pesar de intentar cosas diferentes, se hace difícil lograr trasladar a los alumnos al centro del salón de clases.
Aquí hay algunas claves para que en nuestras aula sean ellos los que llevan las riendas
Los alumnos tienen el control
Este aspecto es uno de los más importantes, pero también de los más complicados. En sí mismo requiere que el docente permita a los alumnos tomar decisiones y crear el aula en la que aprenden, pero esto no implica que el aula deba o pueda convertirse en un espacio caótico o sin estructura.
Es necesario, sin embargo, que veamos la gestión del aula desde su perspectiva, con base en sus necesidades, opiniones, ideas e intereses. El reglamento de clases, por ejemplo, es un elemento de mucha importancia, el cual muestra a los alumnos que sus acciones tienen siempre una consecuencia, pero es necesario ayudarlos a verlo como algo más que una imposición. Construir junto a ellos las reglas, que ellos sean quienes sugieran esas reglas generales y entiendan las consecuencias de incumplirlo es esencial, reducirá la orientación punitiva de nuestra gestión.
Lo mismo ocurre con las actividades dentro del aula, aunque el docente es el responsable de cumplir los planes de estudio y cubrir el contenido, es necesario que el estudiante sienta que tiene el control sobre su propio aprendizaje, que puede tomar decisiones sobre las actividades que realiza y que sus opiniones y emociones son respetadas dentro de este proceso. Esto no significa que el estudiante simplemente hará lo que quiera, sino que tiene opciones, que puede hacer elecciones y respetar su propio ritmo.
Es importante responder a sus preguntas
En el aula siempre habrá preguntas, y en ocasiones puede ser difícil responder a todos los cuestionamientos que tienen los alumnos, ya sea por el tiempo con el que contamos o porque las respuestas no siempre las tenemos a la mano.
Muchos estudiantes tienden a preguntarse si lo que están aprendiendo tiene una razón, cuál es la relación de la escuela con el mundo, etc. Y su duda no es solo natural, es muy importante, pues muchas veces la escuela se percibe como un mundo aparte, que no tiene interacción con los acontecimientos del mundo en que ellos habitan, por lo que debemos ahondar en la respuesta que les damos, esto motivará su pensamiento crítico, el razonamiento, así como la validación de sus ideas y emociones.
Cuando no tenemos la respuesta a la mano o la pregunta no es apropiada para el tema de la clase, siempre podemos ser honestos con ellos, transmitirles que no es el momento, que más tarde se puede volver al tema o simplemente ayudarlos a encontrar a la persona correcta para hacerle esas preguntas. La curiosidad es uno de los grandes motores del aprendizaje.
Más allá de los exámenes
La mejor forma de lograr que los alumnos sean los dueños de su proceso de aprendizaje es lograr que el conocimiento no sea algo que deban memorizar para lograr un examen, sino algo que utilicen en su día a día, que aprendan a cuestionar y a poner en práctica, así como a unir a conocimientos previos, por lo que lograr que pongan manos a la obra y utilicen su creatividad, es un gran inicio.
Procura intentar metodologías más activas, que permitan el uso de la creatividad, la resolución de problemas, la conexión con otras materias y el uso del conocimiento en contextos prácticos.
¿En tu aula has buscado que los alumnos se acerquen más al centro del aula? ¿Qué estrategias, dinámicas o metodologías has implementado para lograrlo? ¡Comparte con nosotros!