Una de las relaciones más importantes de todo el proceso educativo es la comunicación con los padres de los alumnos, sin ellos no podemos lograr un adecuado desarrollo del aula, pero, a pesar de ser un elemento esencial, puede ser también uno de los más difíciles. Incluso con los padres más entusiastas, lograr un horario de comunicación, en un sistema tan complejo, puede llegar a ser un reto, por lo que no siempre podemos lograr lo que nos proponemos.
¿Cómo mejorar la comunicación con las familias de los alumnos?
Involúcralos a todos
Dale oportunidad a los padres de involucrarse un poco más en el proceso e aprendizaje de sus pequeños. No siempre tendrán tiempo de asistir en horarios laborales o incluso de estar al tanto de ciertas actividades, las responsabilidades pueden ser muy complicadas, pero con la ayuda de algunas herramientas podemos tratar de hacer visible para ellos todo el trabajo que hacemos en el aula, no solo como un reporte o con información aislada, la idea es hacerles ver que su participación es necesaria e importante.
Utiliza aplicaciones en las que puedan estar al tanto del progreso de los estudiantes, de sus calificaciones del día, sus actividades y pequeños éxitos cotidianos. Puedes buscar también que sean los propios alumnos quienes hablen acerca de su día a día en diarios o pequeñas notas. A veces los papás no saben cómo abordar el día a día de sus hijos, enterarse de lo que hacen en la escuela, nosotros podemos darles un pequeño empujón con este tipo de herramientas con las que estar involucrados es más fácil.
Utiliza recursos cotidianos
Si no es posible lograr que toda la clase se una a una aplicación siempre podemos recurrir a estrategias más tradicionales que también tengan estos objetivos. Hacer un pequeño tablero de anuncios con las noticias de la clase que los papás puedan ver al recoger o dejar a sus hijos, por ejemplo, es una buena idea. También puedes tratar que los alumnos lleven un diario de su actividad en clase, donde destaquen sus emociones y las cosas que les gustaría transmitir a sus familias, esto hará más fácil la comunicación entre padres e hijos, así como añadir una buena dinámica del aula. Tú como docente puedes destacar ciertos puntos en esos diarios que abra la conversación con las familias, busca que se trate de experiencias positivas y no solamente de conductas desafiantes o problemas en el aula.
Mantén arriba la retroalimentación
Como docentes también tenemos mucho que decir sobre lo que ocurre en las aulas, sin embargo muchas veces no buscamos comunicarnos con los padres a menos que tengamos una situación no tan positiva que resolver. Esto hace que la comunicación con las familias parezca siempre hostil, puede ser muy abrumador para los estudiantes pensar en lo que sus padres y docentes se comunican entre ellos y se presta a cerrar las puertas a un intercambio adecuado de información.
Da tú el primer paso con pequeñas notas o reportes constantes sobre los alumnos en la clase, no solo de los aspectos a mejorar, sino de los momentos más positivos del aula. Celebra los éxitos de tus alumnos, destaca sus habilidades, pregunta por sus intereses en casa, menciona sus mejores momentos del día. De vez en cuando, que los alumnos puedan presentar reportes sobre su vida escolar y que estos no conlleven aspectos negativos de si mismos ayudará a todos a fortalecer el vínculo con el aula y el desarrollo.
Abre las puertas a diferentes medios de comunicación
La vida actual no es nada simple, la mayoría de las familias trabajan a tiempo completo, muchas tienen a su cargo otras responsabilidades además de los hijos, no es raro el estrés económico y a veces incluso existen otros factores que hacen de los horarios y las juntas de padres un reto. Por ello es que abrir ventanas de comunicación flexibles es necesario.
Estar disponibles por diferentes medios y hacerles saber a los padres que estamos dispuestos a entablar un diálogo, buscar soluciones, escucharlos y encontrar alternativas para los desafíos cotidianos ayudará a que la interacción sea positiva. No se trata de olvidar tus propios límites o de establecer expectativas poco realistas de cómo nos pueden encontrar, pero sí de ayudar a los padres y a las familias en general a encontrar espacios seguros, en los que no se sientan juzgados, y cómodos para hacer el seguimiento de las tareas de sus hijos.
Toma en cuenta a otros
En medio de tantas responsabilidades, a veces los alumnos saben que hay ciertos adultos más cercanos a ellos. Si bien es necesario mantener la comunicación con los tutores oficiales de los estudiantes, considerar a ese familiar con el que el alumno pasa más tiempo y se siente respaldado también ayudará en el aula, sabrán que el apoyo con el que cuentan es suficiente, el más importante. Procura a esos hermanos, abuelos, tíos, no importa quienes sean, si son importantes para el estudiante también son importantes para el aula.
¿Qué tips le darías a un docente que busca acercarse a las familias de sus estudiantes? ¡Comparte tus ideas con nosotros!