Aunque escuchar y comunicarnos con otras personas parezca una habilidad natural en el ser humano, como toda interacción social tiene sus desafíos y retos. ¿Cómo mejorar nuestras habilidades de comunicación? Uno de los aspectos más importantes es realmente escuchar al otro, prestar atención a sus necesidades y responder con base en lo que nos ha dicho.
Practicar nuestra empatía es el principio de una buena comunicación, por lo que iniciar la conversación abiertos a lo que el otro va a decirnos sin conclusiones a las que hayamos llegado por nuestra cuenta o con prejuicios sobre lo que nos dirán o no dirán es importante. La disposición con la que empecemos el diálogo ayudará a construir una mejor comunicación y practicar la escucha activa puede ser la clave en muchas relaciones.
Evita interrumpir
El ritmo de la vida cotidiana nos hace querer avanzar en todas nuestras actividades a gran velocidad, para poder ser más productivos y perder menos tiempo, esto, sin embargo, puede ser contraproducente en un ambiente de comunicación, donde lo más importante en ese momento es lo que otro tiene que decir, las razones que nos han llevado ahí y la búsqueda de soluciones, las cuales requieren tiempo, atención y esfuerzo.
Sin embargo, la prisa con la que nos movemos de manera cotidiana puede convertirse en un constante interrumpir al otro, querer terminar sus ideas o focalizar la conversación en aspectos que creemos son los más relevantes muchas veces nos hará cortar las ideas de los otros, lo que hace muy difícil escuchar lo que realmente tenían para decir en un principio.
No juzgues a la persona
Esto puede ser un punto importante y difícil, pues todos tenemos ideas y prejuicios con los que nos movemos, a veces nos enfrentamos a personas que desafían esos principios por alguna razón, lo cual puede crear una barrera entre ambas personas. Procura asistir a todas tus conversaciones con la mente abierta, dispuesto a escuchar lo que el otro está diciendo, aunque no concuerdes con ellos, procura comprender sus argumentos y trata de ver las cosas como ellos las ven, desde su perspectiva y con sus experiencias de vida.
Haz preguntas
Cuando una persona ha terminado de expresarse no siempre nos ha dicho todo lo que necesitamos saber y en ocasiones algunas de las cosas que nos dicen no nos han quedado claras, tómate el tiempo, posterior a lo que el otro ha dicho, de hacer preguntas que te ayuden a entender mejor de qué se trata la situación, cuáles son sus ideas y las razones por las que piensa como piensan, así como los puntos concretos sobre lo que creemos que han dicho.
Establece la expectativa de la conversación
El diálogo en sí mismo puede ser complicado, pero llegar a una conversación difícil sin saber exactamente qué necesitamos que ocurra en ella puede hacer aún más difícil un conflicto. Procura tener claros los objetivos de las conversaciones difíciles, ya sea establecer soluciones para un problema, dejar claros algunos puntos sobre hechos ocurridos o simplemente entender mejor al otro. Sea cuál sea el punto de la conversación, tenlo en mente y no busques imponer otros objetivos a los que se acordaron.
Si la persona solamente necesita ser escuchada, procura que esa conversación tenga ese objetivo. Si se buscan soluciones, entonces procuren proponerlas.
Evita hacer otra cosa
Otra de las desventajas de la prisa con la que vivimos es que muchas veces queremos hacer otra cosa mientras tratamos de solucionar una y en ocasiones ser multi tareas puede ser la solución perfecta para la sobrecarga de trabajo, pero en la mayoría de los casos esto no será de ayuda, especialmente al momento de comunicarnos con otras personas. Necesitamos poner atención a lo que estamos haciendo, escuchar al otro atentamente y demostrarle que nos interesa lo que nos está diciendo, si de pronto cambiamos de actividad o intentamos hacer otra cosa mientras los escuchamos comunicaremos el mensaje incorrecto además de que nos perderemos en la información que escuchamos.
¿Cuáles crees que son los puntos más importantes de escuchar a otros? ¡Comparte con nosotros tus ideas!