Leer es una de las habilidades más importantes para el desarrollo de los estudiantes, muchos aprendizajes tendrán que obtenerlos a través de la lectura, aunque no sean fanáticos de leer varios libros en una semana, sí tendrán que utilizarlos para acercarse a más conocimiento. Es verdad que en la actualidad existen más y más herramientas que son útiles para los lectores menos hábiles, pero lo más probable es que a pesar de la tecnología requieran de una habilidad lectora específica para avanzar en su vida académica. Sin embargo el disgusto por esta actividad en específico representa un reto para docentes y alumnos.
¿Cómo podemos ayudar a los alumnos a convertirse en lectores?
Entender las diferencias
La realidad es que no todos los alumnos tienen afinidad o facilidad para leer, incluso algunos pueden llegar a experimentar barreras de aprendizaje que hagan su experiencia con la lectura más y más frustrante, lo cual simplemente profundizará emociones negativas asociadas a esto. Es importante hacerles saber a los alumnos que está bien si no leen al mismo ritmo que otros compañeros, que está bien utilizar herramientas que les ayuden a avanzar en su aprendizaje y que lo ideal es buscar lecturas que se ajusten tanto a sus preferencias como al nivel con el que se sienten cómodos leyendo, así fortalecerán sus habilidades poco a poco o descubrirán la mejor manera de sortear sus dificultades.
Ofrecer alternativas como audiolibros, materiales con mayor contenido visual, mapas conceptuales o guías que les ayuden a entender la información incluso antes de adentrarse en la lectura puede ser una manera de asociar emociones más positivas a la experiencia, así como buscar libros o textos que se asocien a lo que los alumnos más les interesa.
Es divertido
Invitarlos a leer más por placer que por obligación es la mejor manera de asegurarnos de que está habilidad se fortalezca antes de que se convierta en una dificultad en su día a día. Muchas veces la escuela tiende a hacernos ver que hay textos que deberíamos haber leído o que sencillamente no podemos saltarnos, muchas veces esos textos son llamados clásicos, libros que todo el mundo tiene que leer, pero que están llenos de palabras complejas y mucha expectativa intelectual. Al acercarnos a ellos inmediatamente nos hacen sentir que algo estamos haciendo mal, que no somos tan inteligentes como para leerlos y debido a que son clásicos, esto nos deja con una autopercepción por debajo de la expectativa.
La realidad es que los clásicos son cada vez más complejos porque el lenguaje que existe en ellos esta cada vez más alejado de las nuevas generaciones, algo lógico debido a la evolución natural del lenguaje y el cambio social, no significa que debamos dejar de leerlos pero si requieren mayor concentración y sobretodo un dominio de las habilidades de lectura que los estudiantes no siempre adquieren, simplemente porque todos somos distintos.
Lo más importante es ayudarlos a fortalecer sus habilidades y hacerles ver que leer no es solo una obligación para la escuela, es necesario para el desarrollo de sus capacidades y es divertido por naturaleza. Acércalos a textos que se parezcan más a lo que ellos buscan, a lo que les apasiona y les interesa, de manera natural se darán cuenta de que el conocimiento está en los libros, así como la experiencia de vivir nuevas aventuras. Permite que ellos exploren los textos, que decidan cuáles son los géneros que más disfrutan, las historias que le apasionan y en dónde encuentran información sobre las cosas que más les gustan.
A solas, pero en grupo
Aunque leer es una actividad que llevamos a cabo a solas, también se puede convertir en una gran experiencia si lo hacemos de manera colectiva. Y esto no significa que tengamos que leer todos los mismos textos al mismo tiempo, sino que leer sea un placer que se comparta con otras personas, donde nos invitan a conocer nuevas historias o nos hacen saber que se puede disfrutar el tiempo en silencio mientras leemos.
Unirse a esta actividad debe venir como algo natural en su entorno, si los adultos y sus compañeros leen, ellos sentirán naturalmente la inclinación por leer, además de la emoción de compartir con los otros los descubrimientos que han hecho en sus aventuras con los libros, que se hagan parte de su entorno es esencial para la lectura.
¿Cómo apoyas el gusto por la lectura de tus alumnos? Comparte tus ideas con nosotros.