En toda clase existen los alumnos extrovertidos, que participan constantemente y no pierden el entusiasmo aunque no siempre tengan la respuesta correcta, pero también están los callados, quizá los tímidos, que pocas veces o nunca levantan la mano para expresar sus ideas y que en ocasiones resultan ser quienes conocen la respuesta o tienen perspectivas muy interesantes. Como docentes sabemos que existen todo tipo de personalidades, pero ¿cómo podemos impulsar a los alumnos a expresarse libremente y tener la confianza de mostrar a los otros quiénes son y lo que saben?
La diferencia entre introvertido y tímido
Es muy importante, antes de iniciar cualquier estrategia, que podamos distinguir entre lo que significa ser tímido y lo que significa ser introvertido, pues la mayoría de nosotros tendemos a confundir los términos con la idea de que al no participar en actividades sociales o el evitarlas nos encontramos con alumnos tímidos o incluso antisociales.
Los introvertidos son personas para las que la convivencia social puede ser muy desgastante, cansada, no porque no les guste estar con otras personas o socializar, sino porque les resulta agotador, así que prefieren pasar menos tiempo entre otras personas y dedicarlo a actividades individuales con mayor frecuencia. Pero esto no implica estrés, ansiedad, ni angustia por convivir con otros, todo lo contrario.
En cambio, una persona tímida si experimenta la angustia de la convivencia social, también evita las fiestas o el exponerse en público, pero no porque no le guste, sino porque le preocupa y le estresa la respuesta que obtendrá de los demás.
Si bien es posible que existan tímidos introvertidos, también podrían ser extrovertidos que han desarrollado angustia social. En cualquiera de los dos casos, presionar a los alumnos a “salir de su cascarón” podría causar mucha más angustia, es necesario generar estrategias para que los alumnos participen de formas seguras.
Diferentes medios de participación
Una buena estrategia para motivar la participación es encontrar diferentes medios para exponer ideas, ya que normalmente esperamos que los alumnos levanten la mano y digan en voz alta lo que piensan, lo cual puede representar un reto para quienes no están acostumbrados a hablar en público o para quienes suelen pensar un poco más antes de expresar sus ideas.
Tanto la participación oral como escrita pueden convivir en el salón de clases. Además de esos momentos en los que pedimos que levanten la mano, podemos crear espacios en los que los alumnos puedan escribir sus ideas, repensarlas conforme avanza la clase y más tarde leerlas o entregarlas al docente. Todo esto ayudará a los alumnos más tímidos a crecer su seguridad, mientras que a los introvertidos les podría dar un medio más apropiado para plasmar sus pensamientos con calma. También puedes agregar medios como el dibujo, los mapas mentales, incluso los videos y los audios.
Crea un ambiente de confianza para todos
Para quienes prefieren tomarse las cosas sociales con más calma, una mala experiencia frente al aula puede resultar en posteriores dificultades para hacer nuevos intentos.
Es importante que el bullying en nuestra aula esté totalmente fuera de los límites, por lo que crear un aula en donde las diferencias sean celebradas puede ayudar mucho. También es necesario que una respuesta incorrecta no sea señalada o provoque un regaño para los alumnos, que podrían sentirse preocupados por dar solamente con el acierto para participar, lo cual inhibirá toda presencia. Un espacio seguro es muy importante.
Celebra su participación, pero no los señales
Es común que al recibir una respuesta que esperábamos desde hace tiempo tendamos a señalarla, hacer alusión a su poca participación en el pasado o utilizar expresiones como “qué milagro que participas”, aunque no sea de forma negativa, esto hace sentir a las personas expuestas y vulnerables. Evita por completo hacer demasiado énfasis en la participación de un estudiante que normalmente es silencioso o tímido, aunque la intención sea celebrar esa conducta, solo hará que sean demasiado conscientes de sí mismos. Es mejor tomarla como una participación más, agradecer y reconocer el esfuerzo.
Ya sea por introversión o por timidez, algunos alumnos evitarán la participación en clase, pero podemos buscar alternativas para que ellos también demuestren su presencia en la escuela. ¿Qué estrategias has empleado para motivarlos a mostrarse más en clase? ¡Comparte con nosotros!a