Para muchos padres y docentes las vacaciones despiertan toda clase de temores. Aunque es emocionante ver a los niños crecer y descubrir nuevas habilidades a lo largo del verano, también es común asociar esta temporada a la pérdida de conocimientos y al retroceso de habilidades diversas, se suele señalar que en verano como un riesgo para su desempeño académico, por lo que muchas familias sienten la presión de darle a los niños y adolescentes lo necesario para mantenerse al día.
Aunque si es importante prestar atención a esto, no podemos perder de vista que los jóvenes están de vacaciones y prefieren divertirse y relajarse más que estudiar o hacer tareas. ¿Qué actividades podemos promover en vacaciones que no impliquen estrés innecesario para los estudiantes, pero que les ayuden a fortalecerse?
Sin presiones
No es necesario acudir a actividades muy sofisticadas, ni inscribirse en clases extracurriculares, las cuales son beneficiosas, pero debemos escogerlas sabiamente, pues en ocasiones pueden resultar abrumadoras para un joven o niño saturado de tareas, prácticas y horarios llenos.
Si bien practicar un deporte, aprender a tocar un instrumento o aprender un segundo idioma puede parecer muy importante, también lo es saber dar oportunidad para el descanso y dejar a los niños tener actividades de niños, entre las que se incluye el estar aburridos, jugar con sus amigos o hacer experimentos por su cuenta. Además puede resultar muy caro y por lo tanto despertar estrés económico en los padres, que sienten que no le están dando lo suficiente a su hijo para ayudarlo a alcanzar el éxito.
A veces es más importante dotarlos de las herramientas necesarias para que ellos mismos más adelante puedan cumplir las metas que se propongan y esto no siempre implica recursos monetarios, sino apoyo con sus tareas, una buena autoestima y el desarrollo de habilidades como el orden, la creatividad, el pensamiento crítico y la confianza.
Tareas en casa
En ocasiones, más que tener actividades sofisticadas, lo que necesitamos es guiar a los alumnos para que ellos mismos practiquen y descubran sus conocimientos. Ayudar en casa con distintas tareas puede ser una buena forma de inducir la reflexión y el pensamiento crítico, de forma que ellos puedan poner en práctica todas sus habilidades.
Incluso las tareas cotidianas pueden darnos grandes oportunidades de aprendizaje, cocinar por ejemplo es perfecto para hacer cálculos, seguir instrucciones, practicar comprensión lectora, descubrir nuevo vocabulario, fortalecer las habilidades psicomotrices, y nos da grandes momentos con los más pequeños. Esto mismo puede ser para el lavado de la ropa, la organización de la casa, etc. Claro que agregar esto a nuestra lista de tareas requiere tiempo que en ocasiones no tenemos, pero buscar la oportunidad de compartir esto con los más pequeños es importante.
Voluntariado y ofrecer ayuda
Algo importante del aprendizaje es el sentido de comunidad, para muchos estudiantes solo existe el ambiente en casa y lo que ocurre en la escuela, no conocen a sus vecinos ni los retos de su comunidad. Aunque no se trata de poner presión en ellos para resolver problemas que son demasiado grandes para cualquiera, a través de actividades que busquen ayudar a otras personas podemos enseñarles el poder de la participación, la importancia de su actuar en la vida de otros y cómo esto puede tener un efecto positivo en los demás.
Busca actividades que puedan llevar a cabo en conjunto, como familia o incluso con sus amigos, que impliquen dar un poco a su comunidad. Pueden seleccionar ropa y juguetes que ya no usan para donarlos, pueden ayudar a sus vecinos con tareas que no pueden realizar o enseñar a niños más pequeños que ellos para ayudarlos a pasar sus materias o para fortalecer áreas del conocimiento en las que tienen dificultades. Con acciones pequeñas podemos hacer grandes cambios.
Escúchalos y toma en cuenta sus intereses
Aunque como padres o maestros tendemos a buscar soluciones que directamente les ayuden a desarrollar habilidades o a superar los retos, también es importante que las decisiones que tomemos al respecto de sus actividades tomen en cuenta los intereses de nuestros pequeños. Si los niños presentan interés por cierto deporte, les gusta la música, prefieren leer o se divierten con videojuegos, es importante buscar que sus actividades de verano les ayuden a desarrollar esas pasiones, las cuales podrían traer grandes beneficios para ellos en el futuro o incluso marcar su camino profesional a largo plazo.
¿Qué actividades tienen en casa listas para el verano? ¡Comparte con nosotros tus ideas!