En la actualidad, con el ritmo de vida que llevamos, las grandes exigencias de la vida cotidiana y las enormes expectativas que tenemos de nosotros mismos puede ser complicado tener energía para atravesar nuestros agitados días, muchas veces, a pesar de la motivación o el entusiasmo los días se hacen mucho más pesados. Esto puede tener diversas causas y si no lo atendemos llegará a causarnos frustración el sentir que no tenemos la capacidad de cumplir nuestras metas. 

¿Cómo podemos recuperar y aumentar nuestra energía en el día a día? 

Es importante saber que exigirnos más cuando nos sentimos agotados no es el mejor camino, obligarnos a hacer cosas cuando nuestro cuerpo y mente nos envían señales de que necesitamos más bien descansar puede no ser la mejor idea. Esto nos puede llevar a un agotamiento físico y mental crónico que afectará nuestra calidad de vida en distintos niveles. Siempre es importante escuchar a nuestro cuerpo, acudir con un médico para comprobar que todo está bien y buscar que nuestra rutina cotidiana se ajuste a nuestras necesidades más que a las exigencias del mundo exterior. Cuidarnos es esencial para cumplir cualquier objetivo a largo plazo. 

Toma agua y come bien

A veces buscamos razones profundas en temas complejos, creemos que las soluciones deben ser tan complicadas como nuestro problema y así obviamos aspectos que son esenciales, aunque sencillos. Hidratarnos adecuadamente todos los días puede ser una pieza clave en nuestro día a día, aunque no le demos mucha importancia, tomar agua es una clave importante para nuestro funcionamiento. Así mismo la alimentación es muy importante y el ritmo de vida muchas veces nos orilla a dietas poco balanceadas, que realmente no nos dan los nutrientes que necesitamos. 

No se trata de hacernos sentir culpables por lo que comemos o lo que no, pero hacer algunos cambios que nos ayuden a obtener todos los nutrientes esenciales puede ayudarnos a recuperar la energía que buscamos. Evita la mentalidad de prohibir alimentos, más que restar se trata de sumar, añade una porción de vegetales, una porción de fruta, un vaso más de agua, pequeños cambios son el primer paso para una vida más balanceada. 

Haz ejercicio

Cuando nos sentimos agotados pensar en agregar una actividad más a nuestra larga lista de tareas puede parecer contradictorio, si no podemos completar nuestros pendientes con el tiempo y los recursos disponibles hacer algo agotador como ejercitarnos parece fuera de órbita. Sin embargo, hacer ejercicio puede ser una herramienta muy importante para cambiar por completo nuestra vida, ya que ejercitarnos ayuda a nuestro cerebro a secretar hormonas importantes para nuestro estado de ánimo y en general para nuestro bienestar. 

Mientras nos ejercitamos nuestra mente se relaja, pues se concentra en el presente, nos obliga a concentrarnos en el movimiento de nuestro cuerpo, nuestra respiración, aunque se trate de una actividad sencilla, nos hace sentir mejor. Comienza por una breve caminata o busca alguna actividad que sea divertida, las clases grupales o unirnos a un equipo local puede cambiar nuestra perspectiva. 

Pasa tiempo en el exterior

Cuando nuestra rutina es muy absorbente es común que nos instalemos siempre en los mismos sitios, salimos de casa para entrar al trabajo y al salir de la escuela inmediatamente volvemos a casa, así es como completamos nuestros pendientes, concentrados en el siguiente paso. Aunque esto no podemos cambiarlo del todo, buscar espacios para conocer lugares nuevos o simplemente para disfrutar del paisaje cotidiano puede hacer la diferencia. Sal de casa para re-conocer tu entorno, siéntate en el parque unos minutos, visita los nuevos negocios de la zona y date tiempo de conversar con los vecinos. Los fines de semana date la oportunidad de visitar lugares nuevos y caminar fuera de casa, esto ayuda a nuestra mente a relajarse y a buscar nuevas posibilidades en todo lo que ve, estar siempre en casa o en el trabajo resulta agotador, nos hace sentir que no podemos escapar de nuestra rutina diaria. 

Sal y disfruta de los árboles, la lluvia, el sol. 

Descansa

Cuando estamos agotados incluso descansar se hace difícil, nuestra mente está poblada de los pendientes que no hemos resuelto y sentimos que deberíamos estar haciendo algo más Entonces no descansamos nunca. Busca que tu ciclo de sueño sea el mejor posible, crea espacios para estar tranquilo y permitir que tu mente se distraiga. Descansar no solo es dormir o no hacer nada, también puede ser darnos tiempo para disfrutar un hobby, incluso salir y cansarnos de otras maneras. Cada persona necesita cosas diferentes e incluso puede ser que a veces descansemos mientras bailamos y otras necesitemos dormir un poco más.

Aléjate de la pantalla

Los dispositivos digitales mantienen nuestro cerebro en constante actividad. La velocidad a la que llega todo tipo de información desde la pantalla hasta nuestro cerebro nos mantiene en estado de alerta constante, vemos cientos de imágenes y videos en poco tiempo, leemos cientos de publicaciones, cambiamos de un tema a otro en pocos segundos. A través del teléfono o la computadora llenamos nuestras horas de estudio, de trabajo, de entretenimiento, de relajación, socializamos, nos divertimos, todo lo podemos hacer desde la pantalla, sin embargo la velocidad a la que ocurren las cosas es muy cansada para nuestro cerebro y para nuestro cuerpo en general, la postura que usamos, la luz en nuestros ojos, etc. 

Date oportunidad de descansar de los dispositivos digitales, apaga las pantallas una hora antes de dormir y crea espacios sin celular ni redes sociales a lo largo del día. 

Sentir que no tenemos energía para continuar con nuestras actividades puede ser complicado, pero con algunas estrategias podemos recuperar nuestra energía. ¿Qué haces para descansar y aumentar tu energía?