Cuando tenemos niños o adolescentes en casa es normal tener dudas acerca del proceso de crianza, como padres enfrentamos una gran cantidad de decisiones cotidianas sobre qué es mejor para ellos, cómo abordar su crecimiento, guiarlos para que sean cada día más capaces, motivar su aprendizaje y al mismo tiempo cuidar las responsabilidades de casa, del trabajo, mantener nuestras relaciones, conversar con ellos, reconocer sus propias dificultades, todo esto suma diversas preocupaciones que pueden resultar abrumadoras, pues sabemos que nuestras decisiones son formativas para ellos.
Algunas de estas preocupaciones también están relacionadas con el tiempo que invertimos en tareas de casa, ahorrar dificultades para ser más eficientes, llegar a tiempo a la escuela, lograr tiempo libre para nosotros, todo esto en ocasiones nos lleva a buscar la solución más práctica, así como la que nos permita cuidar de los niños, de la casa y del trabajo al mismo tiempo.
Los deberes de casa, la limpieza y el orden son algunas actividades que pueden convertirse en decisiones cotidianas. Permitir que los niños o jóvenes cooperen en casa es importante, pero el tiempo que toma su curva de aprendizaje a veces se interpone en la velocidad de nuestra rutina diaria o nuestras altas expectativas de las personas a nuestro alrededor, fácilmente podemos pedir muy poco o demasiado de los niños y adolescentes.
¿Cuál es el balance entre darles responsabilidades a los niños y evitar cargarlos de demasiadas ocupaciones? ¿Qué tan importante es que participen en las tareas de casa? ¿Cuáles son las tareas más apropiadas para su edad?
Aumentar autonomía
Darle a los niños la oportunidad de participar en las tareas de casa ayudará a hacerles sentir que forman parte del colectivo en el que viven, que son miembros importantes de su pequeña comunidad, pero además les hará ver que son capaces de resolver tareas que en principio se perciben complejas.
Conforme crecemos vamos adquiriendo habilidades para observar situaciones y encontrar la solución más apropiada, conocimiento que viene de la experiencia, de haber enfrentado situaciones particulares previamenteme, así como del conocimiento de que podemos resolver los retos que enfrentemos. El guiar a los más jóvenes a resolver tareas que en principio parecen complejas porque no sabemos cómo funcionan les ayudará a sentir que son capaces de abordar estas tareas y también les dará la confianza en el futuro para enfrentar otras experiencias, ellos sabrán que podrán resolverlo. Además el tener responsabilidades de las que solo ellos son los encargados ayuda a aumentar su independencia.
Responsabilidad y trabajo en equipo
Las tareas en casa, además, son importantes porque no son tareas que solo les afecten a ellos, como las tareas escolares, donde el no resolverlas les traerá consecuencias a ellos, sino que forman parte de una comunidad, son tareas que de no resolverse afectan a otras personas, esto ayuda a crear la perspectiva de vivir en comunidad, donde sus deberes, sus acciones y sus omisiones no son solamente suyas, son parte de un sistema donde los otros también cooperan, esto es la base de la empatía y del trabajo en equipo.
Adicionalmente, tener una responsabilidad en comunidad les hará sentir que forman parte de ese conjunto, que son miembros importantes del sistema en el que viven y no solamente una tarea de alguien más.
Todo a su tiempo
Saber que los niños y adolescentes deben participar en las tareas de casa implica también buscar un equilibrio entre lo que les pedimos, cómo lo pedimos y en qué momento lo hacemos. Tener altas expectativas de las habilidades de nuestros pequeños es importante, pero también es necesario adaptarnos a lo que ellos necesitan y pueden hacer, es importante recordar que este es un proceso, que ellos están aprendiendo y la mayoría de las veces implicará un aprendizaje, por lo tanto existirán errores, quizá notemos que un paso adelante implica dos pasos atrás, que pensemos que están listos para algo, pero después resulta que no. Observar sus habilidades, cuidar sus tiempos, conversar con ellos y escucharlos es necesario, así como recordar que no todos los niños son iguales, por lo que compararlos con otros niños o con sus hermanos nunca es la solución correcta.
Enseñarles a realizar las tareas que pedimos, acompañarlos en el proceso y aceptar que existirán errores es parte de esto, con el tiempo lograremos un ritmo apropiado para todos. Tener confianza en ellos y al mismo tiempo apoyarlos es esencial.
No debemos olvidarnos de celebrar sus éxitos y buscar que estas tareas estén asociadas a momentos positivos, sentirse reconocidos y apreciados ayudará a sentir que su trabajo es importante.
¿Cómo organizas las tareas en casa? ¿Cuál es el momento apropiado para dejar nuevas tareas en casa? ¡Comparte con nosotros tus ideas!