En la actualidad es prácticamente normal vivir bajo cierto estrés, ya que la velocidad a la que se mueven algunas de nuestras actividades diarias nos obliga a apresurarnos de vez en cuando y si a eso sumamos factores complejos, como el contexto o los problemas personales la vida se vuelve un sin fin de estrés, el cual causa cambios en la química de nuestro cuerpo y con el tiempo afecta nuestra salud.
Si bien para llevar una vida plena necesitamos trabajar en el balance y en lograr hábitos que nos ayuden a gestionar las emociones y retos del día a día, también existen técnicas para relajarnos cuando sentimos que el estrés está tomando el control de nosotros, simples ejercicios que podemos realizar en cualquier momento y que nos ayudarán a continuar con nuestra rutina.
Meditaciones guiadas
Una de las grandes ventajas que ha traído el uso de internet es que tenemos a la mano millones de posibilidades cuando buscamos un contenido en específico, por lo que no es difícil encontrar en diferentes plataformas meditaciones guiadas que podemos seguir prácticamente desde cualquier lugar, con solo un dispositivo conectado a internet.
Existen meditaciones guiadas de cualquier extensión y para muchos fines. La base de todas ellas es la respiración y el concentrarnos en nuestro cuerpo, para vaciar nuestra mente de las preocupaciones y darnos un respiro. Si tenemos tiempo podemos practicar una meditación de hasta una hora, pero si estamos un poco apurados y solo queremos sentirnos mejor podemos escuchar una meditación de diez o quince minutos.
Relajar los músculos
Esta es una estretegia sencilla que puede ayudarnos a distraer la mente y darle un descanso a nuestro cuerpo, se trata de tensionar y relajar todos los músculos del cuerpo, uno por uno y con plena consciencia de lo que estamos haciendo, ya que muchas veces el estrés hace que nuestros músculos del cuello, la mandíbula o cualquier otro se encuentre demasiado tenso, así podremos darles un respiro.
Cierra los ojos, respira profundamente y comienza por recorrer tu cuerpo mentalmente. Inicia por los dedos de los pies. Tensa con fuerza tus músculos, sin lastimarte, mantén esa fuerza unos segundos y luego suéltala. Sé consciente de lo que sientes una vez que liberas la tensión y cómo se sienten tus músculos tras el esfuerzo. Continúa desde ahí hasta la cabeza, tratando de separar grupos musculares.
Salir a caminar
No necesitas hacer caminatas demasiado largas y aunque parezca que esto puede llegara consumir tu tiempo, en realidad es perfecto para aprovechar mejor el tiempo del que disponemos, pues podremos despejar la mente y recuerpar la concentración, especialmente si nos encontramos muy estresados.
Sal unos minutos a recorrer la calle de tu casa o el jardín, procura que no se trate de una caminata en círculos y utiliza una dirección distinta cada vez que lo practiques. Así estarás atento a nuevos paisajes y le darás la oportunidad a tu mente y cuerpo de sentirse mejor.
Escucha música
Pero escúchala de verdad, no la tengas solo de fondo o como una forma de distracción que te causará más estrés. No tienes que escuchar conciertos completos, pero si de escoger una canción o melodía y prestarle completa atención durante los minutos que dure.
Cierra los ojos y déjate llevar por lo que te transmite esa canción, si utilizas una melodía relajante seguramente al terminar sentirás más armonía, pero incluso si las canciones se apegan a tu ánimo del día podrían ayudarte a canalizar energía. Disfruta de la música.
El estrés tiene muchas caras y no siempre es fácil lidiar con él, quizá necesites un poco de apoyo para gestionarlo, pero con algunas estrategias bastará para relajarte un poco y cambiar la química del cuerpo. ¿Cuáles tips compartirías tú?