El acoso escolar ha sido desde hace algunos años uno de los temas más destacados entre las comunidades educativas, aunque ha estado presente desde hace mucho tiempo nunca ha estado bien, ha afectado la vida de millones de estudiantes que más tarde, incluso en su vida adulta, enfrentan las consecuencias de años de acoso. Adicionalmente, para muchos adultos este tema parece superfluo, lo que hace más difícil el combatirlo y prevenirlo, pero en nuestras aulas podemos crear estrategias y trabajar continuamente para evitar que llegue a afectar a nuestros estudiantes.
Aquí te damos algunos puntos importantes cuando de acoso o bullying se trata.
Crear comunidad
Todas las personas son susceptibles de ser víctimas de acoso, el problema nunca está en la víctima en sí mismo, sino en el contexto y en los perpetradores del mismo, quienes muchas veces también son víctimas de este mismo ambiente. Por ello, la mejor manera de combatirlo y sobretodo de prevenirlo, es crear una comunidad con una red de lazos fuertes, en donde todos los miembros de dicho grupo compartan un vínculo de responsabilidad y empatía con los otros, conscientes de que sus acciones repercuten más allá de lo que pueden ver y que son un elemento importante en la vida del otro. Esto no significa que cada alumno será el mejor amigo de todos sus compañeros, es normal tener afinidad con ciertas personas y poca relación con otras, pero la idea es reforzar la idea de que un problema en la comunidad no solo afecta a los involucrados, sino a todos los demás.
¿Cómo podemos lograr esto? La empatía es la primera línea de defensa. Trabajar con los alumnos esta habilidad es muy importante, a través de historias y el espacio para compartir emociones, experiencias y opiniones de forma segura. Si todos los alumnos llegan a conocerse y comprenderse un poco se podrá ver que las diferencias engrandecen a la comunidad, mientras que los puntos en común la hacen más fuerte. La diversidad y su importancia son un aspecto fundamental de las comunidades educativas.
Abordar temas difíciles
En ocasiones pensamos que al no hablar de ciertos temas podemos proteger a los alumnos de sus efectos, sin embargo esta idea solo refuerza el tamaño de estas problemáticas, pues los niños y adolescentes sienten curiosidad inevitablemente, además cuando enfrentamos algo que no comprendemos del todo bien lo manejamos con los recursos que tenemos a la mano, los cuales no siempre son los más apropiados. Para trabajar una comunidad sólida es necesario hablar de todos los temas, ya sea de, por ejemplo, una diferencia importante con respecto a algún alumno (que viva con alguna condición o que tenga alguna dificultad de aprendizaje) no lo señalará, sino que podría ser la puerta para la comprensión y la empatía del grupo, comprender a un compañero hará más fácil acercarnos a él e incluso ver el mundo a través de sus ojos.
Lo mismo ocurre con el tema mismo del bullying o el acoso. Si todos conocen las características de este problema, sus efectos y conoce acciones concretas para detenerlo será menos probable que los actos de acoso tengan repercusiones graves. Los testigos son un eslabón clave en la cadena de bullying, pues tienen la posibilidad de apoyar a las víctimas, disminuyendo el poder del acosador, quien se fortalece con la indiferencia de los otros y el aislamiento de su blanco. Por ello es tan importante que los otros sepan que defender a sus compañeros está bien, que la diversidad está bien y que todos son parte de una misma comunidad.
Escuchar en todos los sentidos
Normalmente el acoso se da en espacios en los que los adultos no están presentes, en el patio de recreo, afuera de la escuela y actualmente a través de redes sociales o apps de comunicación. Si tenemos un problema de bullying entre nuestro grupo será complicado que seamos testigos de esto, pero si podremos notar cambios en la conducta de los estudiantes, las víctimas se notarán distintos y el ambiente en el grupo empezará a cambiar. Es importante que como adultos estemos atentos a los cambios de comportamiento, el lenguaje corporal, los cambios en el desempeño académico y en la conducta general del grupo podrían indicar algunos problemas de acoso. Ante cualquier señal de acoso es necesario actuar, tanto víctimas como acosadores necesitan apoyo y como docentes tenemos muchas opciones para actuar de inmediato.
Proponer acciones concretas
Es importante tener un reglamento claro en cuanto a temas de acoso, que le haga ver a todos que estas conductas no solo no están aceptadas, sino que tienen consecuencias naturales para todos. Y si enfrentamos ya una situación de bullying será necesario reforzar todos los puntos anteriores, con la vista puesta en la situación actual, buscando el apoyo de los padres.
Recuerda que no debemos revictimizar a quienes han sufrido bullying, sino apoyarlos, el problema no está directamente en quien ha sido objeto del acoso, sino en factores externos que debemos atender.
¿Cuáles han sido tus estrategias para enfrentar el acoso en tus grupos? ¡Comparte con nosotros estas ideas!