Viajar no siempre es posible, particularmente en un contexto tan desafiante como el que estamos viviendo, por lo que las vacaciones fácilmente pueden pasar de ser emocionantes a resultar aburridas o hasta cansadas. Sin importar el presupuesto con el que contemos, es necesario hacer de nuestros días de descanso un espacio para renovar nuestra energía.
¿Cómo podemos salir de nuestra rutina cotidiana y hacer de las vacaciones entretenidas y disfrutables?
Aprender cosas nuevas
El viajar tiene una cualidad muy importante, más allá del placer de salir de casa, se nos hace una actividad muy atractiva e interesante porque nos pone frente a situaciones diferentes a las que vivimos en el día a día, conocemos nuevos lugares, escuchamos palabras nuevas, a veces idiomas distintos, y toda esa novedad nos deja aprendizajes.
Inevitablemente al visitar un sitio distinto a nuestra casa habitual aprendemos de historia local, nuevas culturas, practicamos nuestra orientación espacial, nos ayuda a sentirnos más seguros y más independientes. Si no podemos viajar, el llevarnos a una nueva experiencia y aprender nuevas cosas, puede ser la mejor manera de obtener un poco de ese placer, cursar algún taller, buscar nuevos pasatiempos, como dibujar, cantar, bailar, incluso cosas más específicas como pintar un mueble, arreglar alguna parte de nuestra casa, lo importante es exponernos a un aprendizaje que nos desafía y encienda nuevas pasiones.
Vivir nuevas experiencias
Aunque vivir cosas distintas en otro sitio puede parecer más interesante, nosotros mismos podemos exponernos a diferentes perspectivas que nos ayuden a cambiar de rutina. Aprender nuevas recetas, probar comida distinta a nuestro menú usual, visitar sitios distintos, aunque sean locales, o platicar con personas con las que no acostumbramos platicar puede ayudarnos a cambiar de aire, a sentirnos frescos y renovados.
Busca en guías locales nuevas opciones para tus actividades cotidianas, atrévete a probar nuevas rutas o romper tu rutina, a veces incluso escoger una película o un libro que no escogeríamos normalmente puede hacer la diferencia.
Convivir con otros
La rutina tiende a cercar nuestros círculos sociales, a veces incluso perdemos contacto con personas a las que queremos mucho porque nadie tiene tiempo para reunirse, por ello aprovechar estos días para hacer cosas sencillas, pero en compañía de otras personas, es una forma de transportarnos a otro espacio.
Busca a tus amigos de tiempo atrás o incluso únete a alguna actividad que te lleve a conversar con gente nueva, círculos de debate, talleres, clases deportivas, esto te ayudará a conocer gente nueva y sentir que el mundo se renueva.
Aprovecha la tecnología
En la actualidad tenemos opciones muy interesantes para viajar sin salir de casa, desde nuestros dispositivos móviles podemos conocer museos de todo el mundo, leer libros de manera gratuita, ver películas diversas, recorrer ciudades enteras como si estuviéramos ahí, también podemos escuchar música de todo el mundo, ver conciertos, acceder a diferentes actividades desde la comodidad de nuestro hogar.
Quizá esta experiencia no sea igual que viajar y conocer físicamente los lugares, pero nos puede animar a soñar en grande, trazar nuevas metas y descubrir nuevas culturas.
Estas vacaciones pueden ser la oportunidad perfecta para relajarnos y disfrutar. Aunque no podamos salir de viaje, sí podemos vivir nuevas experiencias, interesantes y divertidas.