Captar la atención de los estudiantes puede ser muy complicado, por muchas estrategias y dinámicas que incluyamos en el aula, es probable que tengamos algunos estudiantes que en lugar de poner atención a la clase utilizan estas horas para dormitar. Aunque sabemos que esto no es intencional o culpa suya, buscar juntos soluciones y alternativas es importante para su desarrollo y aprendizaje.
¿Cómo podemos ayudar a los alumnos que se duermen en el salón de clases?
Hablar con las familias
Garantizar un ciclo de sueño apropiado para un niño o un adolescente puede llegar a ser más complicado de lo que parece, especialmente en el mundo en el que vivimos actualmente donde existe mucha presión por terminar miles de pendientes y prepararnos de tantas maneras posibles para el futuro. Es posible que a algunos niños el día no les alcance para resolver sus tareas, ir a la escuela, asistir a alguna actividad extraescolar, convivir con su familia, jugar su videojuego favorito, conversar con sus amigos y dormir. Esto hace muy tentador el quitarle horas al sueño para resolver más pendientes, incluso para los papás puede parecer que un par de horas para hacer deporte pueden restarse de las horas de sueño.
Es importante analizar con las familias qué es lo que podría causar un agotamiento particular en niños y adolescentes, analizar las rutinas de sueño y buscar alternativas para que se agreguen horas de descanso, esparcimiento y sueño en las rutinas de los alumnos.
Escuchar a los alumnos
Es posible que los alumnos mismos tengan dificultades para dormir, aún si cuentan con las horas de sueño necesarias, niños y adolescentes podrían enfrentar algún tipo de insomnio que pasa desapercibido porque tanto la familia como el alumno está acostumbrados a pocas horas de sueño o simplemente porque no parece importante. Dormir, pero no descansar, despertarse demasiado temprano o tener dificultades para conciliar el sueño son signos de insomnio, preguntar a los alumnos sobre sus hábitos de sueño y tratar de guiarlos hacia una mejor rutina antes de dormir puede ayudar a mejorar estos aspectos.
También es importante estar atentos a cualquier signo de tensión, estrés o ansiedad que pudiera afectar su estado de ánimo y los hábitos de su vida cotidiana, atender las causas.
¿Y si no es nada de eso?
A veces no se trata de causas complicadas, si ya hemos explorado las posibles causas y todo parece estar bajo control, quizá debamos ayudar a los alumnos a mantener arriba la motivación desde el aula.
La hidratación es esencial, permite y anima a tus alumnos a tomar pequeños tragos de agua natural continuamente, especialmente en época de calor puede ayudar mucho a que la atención y la concentración no desaparezcan.
Recuerda ventilar el aula constantemente, el ambiente en un espacio lleno de personas puede ser bastante pesado después de unas horas de clase, ayuda a tus alumnos a estar atentos con las ventanas y puertas siempre abiertas, si posible tener un ventilador también es una buena idea y no deseches la idea de permitir a tus alumnos salir un momento cada cierto tiempo para lograr que cambie el ambiente al interior.
Recuerda hacer pausas activas en tu aula, haz que tus alumnos cambien su foco de atención cada cierto tiempo para realizar movimientos, ya sea en su lugar o alrededor del aula, agrega pequeños juegos y ayúdalos a concentrarse en su respiración unos minutos, esto puede cambiar por completo el ambiente.
Evita que las clases sean monótonas, procura que en todas las sesiones la participación de los alumnos sea constante y activa, incluye juegos y dinámicas en las que ellos tengan que cambiar de lugar, realizar alguna tarea que les permita moverse o entablar diálogo con sus compañeros.
¿Qué tips le darías a un profesor que tiene algún estudiante que se duerme en clase? ¿Qué estrategias has aplicado tú en estos casos?