La motivación en el aula es un tema muy importante, sabemos que para lograr buenos resultados en la escuela se requiere algo más que entusiasmo, se necesita determinación y seguridad para lograr nuestros propósitos. No creer que podemos lograr algo es la mejor manera de desanimarnos y nunca alcanzar nuestros objetivos. A veces en la escuela es fácil perder de vista cuáles son o deberían ser las metas, lo cual hace que los alumnos pierdan también las ganas de dedicarse al estudio, a la larga incluso puede provocar deserción y sobre todo un rendimiento académico bajo por el resto de su vida escolar.
¿Qué factores influyen en el éxito escolar? Sabemos que no se trata solamente de un concepto como la inteligencia, pues todos nuestros alumnos son inteligentes aunque tengan habilidades particulares y algunos retos en otras áreas. ¿Cómo podemos ayudarlos a concentrarse en lograr sus objetivos y aumentar su disciplina?
Seguridad y autoestima
La simple idea de que podemos cumplir nuestras metas es esencial para que la motivación no se disipe y para que podamos buscar rutas alternativas cuando nos encontramos con algún obstáculo en el camino. Por ello es que transmitirle a los alumnos que son capaces de lograr su metas es tan importante, así como ayudarles a buscar estrategias con las que puedan sortear los retos que se puedan presentar.
Sin importar si hay materias que se les dificultan o ejercicios en los que necesitan detenerse más tiempo, hacerles saber que son capaces de lograrlos es necesario. Esto les ayudará a desarrollar un diálogo positivo consigo mismos, a ser más pacientes con sus dificultades y a continuar en el camino a pesar de los fracasos.
Metas claras
Si no tenemos claro hacia dónde vamos será mucho más difícil avanzar, para muchos alumnos resulta difícil observar el objetivo detrás de sus actividades cotidianas, asisten a la escuela porque alguien más les dice que eso es lo que deben hacer, pero no les queda muy claro cuál es el objetivo de esforzarse en sus estudios, de cumplir con sus tareas o de mejorar sus calificaciones, esto además puede ser mucho más abstracto cuando les hablamos del futuro, pues para los más jóvenes este concepto es muy lejano e incierto en un contexto como el que vivimos actualmente. Así, poco a poco pierden la motivación por estudiar.
Es importante plantear con ellos metas que sean claras, aunque estas sean mucho más inmediatas que una carrera profesional o un trabajo en el futuro lejano, pueden tratarse de metas personales, de metas que se alineen con sus intereses, con su curiosidad y pasión personal, trabajar con ellos este tema ayudará a que definan planes para llegar a esos lugares.
Evitar el agotamiento
Es común asociar la idea de esfuerzo y motivación al trabajo incansable, esta idea hace que muchas personas se rindan antes de empezar cualquier reto porque resulta muy abrumador pensar en jornadas agotadoras de estudio, el constante trabajar para alcanzar metas es importante, sí, pero también lo es aprender a cuidar de nosotros mismos, valorar nuestro tiempo de descanso y crear espacios para recargar energía.
Enseñar a los alumnos a construir rutas seguras para lograr cualquier meta les ayudará a sentirse mucho más tranquilos ante los retos inmediatos, así como a desarrollar una relación más saludable con el esfuerzo y el trabajo. El descanso es esencial para la motivación, la cual se disipa cuando estamos agotados.
Consistencia
Es difícil alcanzar cualquier tipo de objetivo cuando nuestros días son irregulares, inesperados o no tienen una estructura adecuada. Crear una rutina en el aula que se traslade también a sus tareas individuales fuera del salón de clases puede ser la respuesta a muchos de los problemas de rendimiento escolar. Comienza por crear una rutina predecible en el salón de clases que les ayude a concentrarse en su día a día, la sensación de seguridad ante lo que va a pasar comienza cuando reconocemos patrones en nuestra rutina, más adelante podemos enseñarles a crear esta misma predictibilidad en sus rutinas en casa, con horarios estructurados para sus tareas, un orden esperado en la resolución de problemas y un sistema que les ayude a saber que día a día han cumplido con lo que esperaban o a identificar en dónde hacer cambios para mejorar ese aspecto.
La determinación y la motivación para cumplir con metas son esenciales para el aula, parte del aprendizaje es la seguridad de que lograremos nuestros objetivos y tener la experiencia positiva en el aula de alcanzar esas metas cotidianas sentará un gran precedente para el futuro. ¿Cómo ayudas a tus alumnos a concentrarse en sus metas? ¡Comparte con nosotros tus ideas!