Descubrir quiénes son nuestros estudiantes y cuáles son sus intereses, necesidades y talentos es un objetivo importante para un docente en los primeros días de clases, si bien conectar con ellos es algo que se lleva a cabo a lo largo de todo el año, las primeras semanas sientan las bases de una buena relación entre alumnos y docentes.
Aunque tradicionalmente, el concepto de diagnóstico se ha asociado a evaluaciones escritas que buscan medir conocimientos previos, limitarse a este enfoque puede reducir la información que podemos obtener en este proceso, pues también podemos aprovecharlo para conocer mejor a nuestro grupo, no solo en temas académicos, también acerca de ellos y sus necesidades particulares para el aula.
¿Cómo hacer ese otro diagnóstico?
Como docentes ya sabemos lo importante que es conocer el panorama académico al que nos enfrentamos, por lo que lo más común es hacer una pequeña evaluación diagnóstica al inicio del ciclo. En ese mismo ejercicio podemos agregar espacios en los que ellos puedan expresarse libremente, en donde puedan hablarnos un poco de quienes son, cuáles han sido sus experiencias en el aula y qué tipo de recursos les ayudan más en clase, es importante identificar las áreas en las que más información podría ser útil y determinar qué queremos saber de ellos para diseñar materiales que realmente nos den respuestas útiles.
¿Qué recursos tenemos?
Una opción es pedirles que elaboren un mapa de intereses en el que incluyan sus pasatiempos, metas personales y aquello que les apasiona. Este ejercicio, además de revelar gustos y motivaciones, ofrece al docente la posibilidad de conectar los contenidos con la vida cotidiana del alumnado a lo largo de las clases, pues esto es algo que realmente les motivará en el futuro.
Uso de la creatividad
Un buen recurso es el relato breve: invitar a los estudiantes a escribir una pequeña historia en la que se presenten como protagonistas de una aventura. Con este tipo de dinámicas se observa tanto la capacidad narrativa como la creatividad y la manera en que los estudiantes se ven a sí mismos.
El dibujo también es una herramienta poderosa en el diagnóstico creativo. Solicitar que representen cómo se sienten al iniciar el ciclo escolar o cómo imaginan un salón de clases ideal puede proporcionar claves emocionales y de convivencia que no se obtienen con preguntas directas. Estas representaciones gráficas abren puertas para comprender estados de ánimo y expectativas, lo cual resulta invaluable para un inicio de ciclo más humano y empático.
Hablar del aula
Otro aspecto importante en el proceso de diagnóstico está en las experiencias previas del alumno en el aula, aunque sepamos de antemano su historial académico o incluso tengamos referencias de otros docentes, es importante saber cuál es la perspectiva de nuestros estudiantes al interior del aula, preguntarles un poco sobre cómo se sienten en la escuela, qué les ha gustado de las clases en años anteriores y qué no, cuáles son sus materias favoritas e incluso sus expectativas para el nuevo ciclo escolar nos puede ayudar a saber cómo abordar ciertas situaciones en el aula. Recordemos que muchos estudiantes han llegado a asociar la escuela a limites negativos, a presión escolar, aislamiento social o incluso a un lugar en el que no se sienten del todo seguros, mientras que para otros la experiencia ha sido completamente distinta. Conocer esto nos dará un panorama más amplio sobre cómo se comportan los alumnos y que necesitan de nosotros.
Un diagnóstico que incluya aspectos de la personalidad del alumno, sus experiencias y necesidades en el aula complementa significativamente los diagnósticos académicos, permite conocer qué saben los estudiantes, cómo se sienten y qué los motiva. Adicionalmente, al implementar este tipo de actividades, el docente envía un mensaje claro: lo que piensan, sienten e imaginan sus alumnos importa tanto como los conocimientos que traen consigo.
Al inicio del ciclo escolar, cada dinámica que priorice la voz de los estudiantes fortalece la relación docente-alumno y siembra la confianza necesaria para enfrentar los retos que vendrán. Apostar por un diagnóstico creativo es apostar por una educación más inclusiva, sensible y cercana a la realidad de cada grupo.
¿Cómo elaboras el diagnóstico inicial en el aula? ¡Comparte con nosotros tus tips para este inicio de clases!