El 15 de mayo se celebra en nuestro país el Día del Maestro, por ello en Sala de Maestros y como una forma de reconocimiento al trabajo docente, publicaremos durante este mes una breve semblanza de la educación desde la época prehispánica hasta la post revolucionaria. Asimismo, se hará mención a personajes importantes en el medio educativo. ¡Felicidades!
La educación en la época prehispánica
Aztecas
De acuerdo a los historiadores, se cuenta con elementos que indican que fueron los aztecas unos de los primeros grupos prehispánicos en contar con un sistema, por así llamarlo, educativo.
La educación mexica se realizaba en dos momentos: hasta los catorce años la educación era en el seno familiar y después acudían a los establecimientos oficiales. La educación que se daba en casa se caracterizaba por ser estricta y era el padre que se encargaba de educar al varón y la madre a la hija.
La educación pública u oficial se impartía en el Calmecac y el Telpochcalli. El Calmecac, el cual era una forma de internado para los hijos de los nobles, donde tanto hombres como mujeres ingresaban a este sistema escolarizado vinculado con el sacerdocio.
En el Calmecac se realizaban actividades orientadas a la lectura, interpretación calendárica, ritual religioso y también se llevaban a cabo prácticas de trabajo, de sacrificio y de penitencia. Este sistema de educación era sólo para los hijos de la élite gobernante. De acuerdo a los historiadores como León Portilla, estas instituciones cumplían cabalmente con los requerimientos que exigía la élite como la transmisión de costumbres, reforzar sus aptitudes para el mando y resaltar la importancia de mantener una conducta moral intachable ante los ojos del pueblo.
El Telpochcalli era el recinto educativo para los jóvenes de la clase media, ese sector conocido como los maceguales que estaban obligados a pagar tributos y servicios personales.
La enseñanza era práctica en canto; en el conocimiento del calendario; sobre el arte de la caza; y se les instruía de manera enérgica en cuestiones militares, la disciplina era rigurosa, las sanciones, incluso eran crueles. El adiestramiento tenía que ver más con la utilización del escudo, la macana, el dardo la flecha y también en cómo hacer prisioneros.
La enseñanza de prácticas militares era fundamental, la disciplina era rigurosa, las sanciones, incluso crueles, y la vigilancia era permanente, para lograr la conformidad y la sumisión total.