Los inicios de ciclo escolar suelen ser momentos emocionantes, nos encanta encontrar nuevas caras y conocer a los alumnos que formarán parte de nuestro ciclo escolar. Es posible que algunos de ellos sean ya conocidos para nosotros por alguna razón y lo más probable es que entre ellos exista una comunidad establecida, especialmente si no somos docentes de primeros grados. Pero a veces llegan los estudiantes nuevos, que no solo están frente a un ciclo escolar nuevo y un docente desconocido, sino en medio de un grupo de compañeros que no conocen,
¿Cómo ayudar a los estudiantes nuevos a integrarse mejor a su comunidad?
Lo más importante es reconocer la importancia de este hecho, el cambiar de escuela siempre es una transición complicada, incluso para los más extrovertidos existe ansiedad, temor, inseguridades y riesgos, además de que, en ocasiones, las razones por las que dejaron su antigua escuela en primer lugar pueden llegar a ser también estresantes, si se cambiaron de casa, por ejemplo. Esto implica que nuestros nuevos alumnos se encuentran en un momento tenso de sus vidas y aunque no podemos incidir demasiado en esto, es importante tenerlo en cuenta.
Crea comunidad
Hacer amigos y vincularse con sus compañeros es tan importante como encaminarlos en las tareas de aprendizaje, así que tómate el tiempo necesario para ponerlo en el camino de crear nuevos vínculos con sus compañeros. Aunque también es importante tomar en cuenta que señalarlos demasiado o exponerlos como “los nuevos de la clase” puede no ser la mejor alternativa, lo ideal es poner en práctica acciones que ayuden al grupo completo a conocerse mejor y tejer redes entre ellos.
Procura que la conversación colectiva dentro del aula sea constante, que todos tengan la oportunidad de demostrar sus pensamientos, sus opiniones y sus conocimientos, siempre en un ambiente de respeto y empatía con los otros. Esto puede basarse en los contenidos de la clase, activando la participación, pero también es positivo el construir espacios donde cada quien tenga la oportunidad de expresar su personalidad, sus intereses, las cosas que le apasionan y encontrar compañeros con quienes compartir esto.
El aspecto académico
En otro tema está la cuestión educativa, pues cuando tenemos un alumno nuevo es normal que existan discrepancias entre el conocimiento con el que llega a la escuela y nuestro propio currículo, por lo que es necesario tomarnos el tiempo de descubrir la situación en la que nos encontramos y ayudar al estudiante a ajustarse mejor a la dinámica de la clase que tenemos.
Hacer algunas preguntas para entender mejor cuál es su nivel académico, así como compartir con él materiales que los otros estudiantes hayan trabajado previamente nos ayudará a construir una mejor referencia al comenzar la clase. Es importante también que este tema no sea solamente algo pasajero, sino algo que tomemos en cuenta durante las primeras semanas constantemente, incluso durante los primeros meses, pues el alumno podría experimentar algún desajuste y sentirse abrumado, pero no saber cómo expresarlo a sus compañeros o su docente, así que volver de vez en cuando para hacer recapitulaciones, escuchar sus observaciones, puede ayudarles a sentirse más cómodos con la clase, así como a establecer un mejor ritmo para todos.
Incluye a la familia
La familia también es un factor importante para la adaptación, por lo que la estrategia ideal es la conjunta entre escuela y familia. Mantener la comunicación abierta y dispuesta no solo ayudará a los alumnos, también a los padres o tutores, que sabrán que pueden contar con la escuela y con sus docentes. Procura ofrecer medios de comunicación claros y flexibles, así como escuchar lo que los padres tienen que decir para poder entablar una comunicación hacia ambas direcciones.
¿Cuáles son tus estrategias para dar la bienvenida a nuevos alumnos? ¡Comparte con nosotros tus ideas!