Una de las partes más importantes del trabajo del docente está en la construcción de vínculos con las familias de los estudiantes. Aunque esto parece no estar directamente relacionado con el trabajo en el aula, sí tiene mucho que ver, pues la confianza de las familias, así como su apoyo en casa son fundamentales para el desarrollo y bienestar de los alumnos.
Es común, sin embargo, que al trabajar con los padres de familia nos concentremos en los aspectos que necesitamos cambiar, los menos positivos, las conductas que interrumpen nuestras clases, las posibilidades de un mejor rendimiento, las faltas en las tareas o las ausencias. Aunque esto es muy importante de abordar durante las conversaciones con las familias, también es necesario tener en cuenta que necesitan escuchar lo positivo, observar los logros de sus hijos y encontrar las herramientas para apoyarlos a desarrollar las habilidades que ya poseen.
¿Cuáles son las estrategias que pueden ayudarnos a comunicarnos mejor con los padres? ¿Darle espacio a los mensajes positivos tendrá algún efecto? ¿Cómo ven los estudiantes esta comunicación con sus padres?
El lado positivo de las cosas
Crear un diálogo que no sea exclusivamente al respecto de las áreas de oportunidad, sino de celebración y reconocimiento de logros es una gran estrategia para contribuir tanto a una mejor relación con los padres, como para fomentar un desarrollo óptimo de los propios estudiantes, que escucharán tanto de sus maestros como de sus padres esa visión más orientada a sus fortalezas, a sus logros y habilidades, que a sus errores o desventajas.
Para las familias y también para los alumnos lo más común es temer la llamada del docente, pues normalmente implica que algo no va bien y suele ir de la mano de consecuencias negativas para los alumnos, cambiar esa visión de la relación con la escuela puede ser la clave de un cambio a futuro, así como del descubrimiento de habilidades que no siempre son visibles para alumnos y padres.
¿Más trabajo?
Esto claro, implica invertir tiempo en establecer dicha comunicación, no solo para llevar a cabo las actividades que requiere en sí, como tomar el teléfono o escribir un mensaje, también para pensar en lo que destacaremos en el intercambio, el contexto y lo que implica para los estudiantes no siempre es conocido por los padres, por lo que una simple observación puede traducirse en bastante tiempo invertido, crear estrategias para lograr esta misión es necesario.
Organiza el tiempo del ciclo escolar para crear un espacio positivo para todos tus estudiantes, aunque lo ideal es hacer esta práctica con regularidad también es importante evitar sobrecargarse de trabajo, así que un calendario que permita darle espacio a cada estudiante sin pasar varias horas en el teléfono es un buen plan. Si cuentas con las herramientas para comunicarte de manera escrita con los padres también puedes encontrar formas en las que les escribas a los papás pequeñas observaciones positivas constantemente, que no te abrumen y que logren el propósito de una comunicación eficaz.
¿Qué decir?
Cada estudiante es distinto y cada uno de ellos enfrenta retos particulares, además de poseer habilidades únicas, fortalezas y debilidades. Crear un plan en conjunto con ellos, establecer metas y darles retroalimentación continuamente nos puede dar ideas concretas sobre los logros cotidianos, así como los avances en ruta hacia sus objetivos, esto también les ayudará a ver a padres y alumnos que cada persona tiene pasos distintos y que no siempre un número en la boleta es indicador del trabajo realizado, a lo cual contribuirá la comunicación positiva que establezcamos con las familias.
Aunque existan aspectos menos agradables que tratar con los padres, darle un giro a las conversaciones y enfocarnos un poco más en las cosas buenas, celebrar sus logros y reconocer el trabajo realizado es importante.
¿Crees que darle otra perspectiva a la comunicación con las familias es importante? ¿Cuáles son tus estrategias para establecer una buena relación con las familias? ¡Comparte tus ideas con nosotros!