Para muchos estudiantes una de las partes más difíciles de la escuela es adquirir conocimiento que no parece relacionarse con el mundo que habitan, que además está desconectado entre sí y suele implicar memorizar información que significa poco para ellos en sistemas complejos. Más allá de las habilidades individuales que deben adquirir, el aprender aritmética, nombres de obras literarias, eventos históricos lejanos, el nombre de distintas especies o elementos químicos parece ser importante solamente en la hora que dura la clase referente a ello. Fuera de los libros y los exámenes esos datos no resultan relevantes.
A pesar de esta impresión, el conocimiento que se adquiere en la escuela es en realidad una red de explicaciones al mundo que nos rodea, desde el contexto social en el que nos encontramos hasta el funcionamiento de la tecnología y la comprensión de los fenómenos de los que somos testigos. El aprendizaje no se trata de acumular conocimientos, sino de fortalecer nuestro pensamiento, ser capaces de investigar cuando desconocemos algo y ser críticos para diferenciar información útil y oportuna de la falsa, así como de fundamentar nuestro pensamiento. Por lo tanto, ayudar a los alumnos a conectar el conocimiento que adquieren, entender la lógica detrás de todo eso que necesitan memorizar para la escuela y guiarlos para analizar lo que han aprendido independientemente de los exámenes les ayudará a sentirse más conectados con la escuela y con su proceso de aprendizaje.
¿Cómo podemos ayudar a que los alumnos sientan que existe una conexión entre los conocimientos que adquieren?
Unamos fuerzas
Trabajar en equipo con otros docentes nos puede ayudar a crear un ritmo de trabajo en el que las cosas que aprenden los alumnos en una asignatura no estén aisladas de otras, sino que puedan apreciar la conexión que une todos los conocimientos a través del devenir histórico, el desarrollo de la ciencia e incluso la evolución del arte. Esto puede sonar complicado, pero el simple ejercicio de compartir entre docentes nuestros temarios y planeaciones ayudará a darnos cuenta de lo mucho que compartimos en común incluso con las asignaturas que parecen más distantes, pues todo el conocimiento tiene una relación intrínseca.
Si es posible organizarnos, podemos buscar momentos de conexión entre los temarios en los que podamos de hecho organizar sesiones conjuntas o proyectos que permitan a los estudiantes apreciar cómo se conecta la información. La comunicación con otros docentes es fundamental para nuestro trabajo.
Busca el lado práctico
No siempre es fácil encontrar el lado práctico de nuestras asignaturas, pues los temarios que debemos cumplir muchas veces nos llevan a lo más profundo de la teoría y esto implica sesiones complejas. Incluso las materias que implican cierta práctica a través de ejercicios en clase suelen hacerse más teóricos que prácticos, porque no siempre es fácil demostrar la aplicación en la vida cotidiana. Sin embargo existe, darle a los alumnos la oportunidad de entender cómo y por qué esos conocimientos son necesarios les ayudará a adquirir el conocimiento con mayor interés y quizá con más facilidad, pues esto suele mostrar la lógica detrás de procedimientos complejos.
Abrir nuestras sesiones con exposiciones sobre las aplicaciones de los conceptos que veremos en clase, unir esto a la importancia de otras materias y buscar proyectos en los que la clase tenga una salida al mundo real, así como demostrar cómo esas salidas son importantes para su día a día en su contexto particular es necesario, no se trata de buscar ejemplos complejos, sino de ayudarlos a ver por qué es necesario lo que están aprendiendo.
Comparte tu entusiasmo
A veces para nosotros como docentes el entusiasmo por aprender parece natural y lógico, saber un poco más del mundo que nos rodea es emocionante y divertido, pero para algunos estudiantes puede parecer tedioso y cansado, especialmente cuando lo que deben estudiar no es algo de interés natural para ellos. Por ello es que como docentes necesitamos transmitir esa emoción a los alumnos, no solo a través de argumentos lógicos, con explicaciones sobre por qué es tan importante aprender, sino también a través, de hecho, de las emociones.
Saber lo que les interesa a los alumnos y conectar un poco de eso a nuestras sesiones puede ayudar mucho a despertar su curiosidad. También podemos apoyarnos de las cosas que nos interesan a nosotros mismos, transmitir por qué es tan emocionante cierta parte del conocimiento, con videos, música, historias, puede ayudar mucho a los alumnos a conectar con este conocimiento.
¿Crees que es necesario para los estudiantes sentir que su aprendizaje es práctico e importante? ¿Cómo ayudas a tus alumnos a sentirse en conexión con sus clases?