En un mundo donde el ritmo de vida es cada vez más acelerado y las demandas diarias son abrumadoras, la tensión y el estrés de resolver todos nuestros pendientes hacen que constantemente manejemos varias cosas a la vez, nos preocupemos por el futuro o incluso nos sintamos atrapados en el pasado. Todo esto tiene un efecto en nuestra salud, particularmente en nuestra salud mental, muestra de ello es que muchas personas hoy en día padecen ansiedad al estar bajo tanta presión constantemente.
Existen muchas prácticas que podemos implementar en nuestro día a día para evitar que los efectos del ritmo cotidiano se interpongan en nuestro bienestar o el alcanzar nuestras metas. Pedir ayuda cuando lo necesitamos, mantener hábitos saludables y expresar nuestras emociones es muy importante, pero también aprender ciertas herramientas puede ser útil, una de ellas es el conocido mindfulness o práctica de la atención plena, una idea que puede extenderse a diferentes áreas de nuestra vida.
Mindfulness
Estar en el presente o la práctica de la atención plena consiste en concentrarse completamente en el aquí y ahora, percibir nuestro cuerpo y lo que le rodea sin anteponer prejuicios o emociones específicas, dejar ir nuestros pensamientos para prestar atención al momento en el que nos enconramos. Si bien esta práctica tiene sus raíces en el budismo y la meditación, ha sido adaptada en la psicología moderna debido a sus beneficios.
¿Por qué practicar Atención Plena?
El estrés de la vida cotidiana puede tener diferentes efectos, no es solo “sentir estrés”, es que esta tensión afecta nuestro sistema inmunológico, provoca cambios en nuestro sistema nervioso y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades, también reduce nuestra capacidad de concentrarnos y mantenernos enfocados en nuestras actividades, puede dificultar la conexión emocional con nuestros seres queridos y mantenernos en estado de alerta, lo que hará que pequeños obstáculos sean cada vez más difíciles de manejar.
El aprender a concentrarnos en el momento presente no solo es tener un instante de silencio en el ajetreado día, se convierte en una herramienta para enfrentar los problemas cotidianos, estar con nosotros mismos y filtrar la sobrecarga de información que vivimos todos los días.
¿Qué implica practicar Mindfulness?
Aunque salir de la agitada marea de la vida actual puede parecer un gran reto, pequeños momentos en nuestro día a día pueden ayudarnos a anclar nuestras sensaciones y pensamientos en el momento presente. Solo necesitas crear los espacios para hacerlo y permitirle a tu mente ocuparse solamente en lo que tu cuerpo percibe en el instante presente.
Respiraciones conscientes
Darnos unos minutos a lo largo del día para concentrarnos en nuestra respiración es un buen inicio. Esta es la base de la meditación e implica pausar durante un segundo todas nuestras tareas para concentrarnos en las sensaciones físicas asociadas a la respiración profunda, desde el aire a nuestro alrededor, hasta su tránsito por nuestro cuerpo, sentir la expansión de los pulmones y luego soltar el aire lentamente.
Contar respiraciones hasta llegar hasta diez nos puede ayudar a romper la cadena de pensamientos agitados que están presentes en nuestro día a día. Aunque parezca sencillo, lograr esta cuenta sin distraernos con el ruido mental puede ser un reto. .
Cuando sientas que el estrés domina tu día a día, date unos segundos para concentrarte en tu respiración, esto reiniciará tus pensamientos y te ayudará a enfrentar el día con más calma.
Escaneo Corporal
Cuando la ansiedad nos domina, las técnicas de anclaje pueden servir para volver al presente y casi siempre están relacionadas con permitirnos registrar las sensaciones del momento, volver a nuestro cuerpo para darnos un respiro. El escaneo corporal consiste en sentir cada parte del cuerpo, comenzar con los dedos de los pies y avanzar de arriba hacia abajo, darnos el tiempo de moverlos, registrar la temperatura, el movimiento, las sensaciones que hay en ellos. Al terminar ese recorrido habremos pasado varios minutos anclados en el presente.
Concentrarnos en lo que estamos haciendo
Aunque nuestra vida es agitada y todo el tiempo nos hace sentir apresurados de pasar a la siguiente tarea, una forma sencilla de integrar la Atención Plena en el día a día es esforzarnos por hacer cada tarea completamente atentos a ellas. Al caminar al trabajo, al lavar los platos, al disfrutar una comida, estas actividades muchas veces las hacemos mientras intentamos hacer otras o lo hacemos con la mente puesta en el siguiente pendiente. Darnos el tiempo de resolver cada una de ellas con atención al proceso también es una forma de anclarnos al presente.
¿Crees que esta práctica puede ser útil para tu vida cotidiana? ¿Has sentido estrés o ansiedad ante la vida cotidiana? ¡Comparte con nosotros tus tips, experiencias e ideas!