La empatía es una herramienta fundamental para las relaciones humanas, más allá de comprender al otro se trata de valorar sus emociones y actuar ante la experiencia de otras personas considerando sus sentimientos. Si bien es algo que se desarrolla con la experiencia y en distintos entornos, la escuela es un lugar fundamental para profundizar al respecto y encontrar estrategias para estar cerca de nuestros seres queridos.
¿Cómo ayudar a los estudiantes a comprender y practicar la empatía?
Muchas veces creemos que las emociones son un tema que se resuelve y se aprende por sí mismo, que no es necesario hablar de empatía porque todos tenemos naturalmente un instinto que nos permite conectar con los demás y si bien es cierto que es natural preocuparnos por las otras personas, trabajar y aprender de empatía también implica aprender a actuar frente a las emociones de otros con consideración, algo que no es instintivo y que puede ocasionar que, sin quererlo, lastimemos a los otros cuando necesitan nuestro apoyo.
Reconocer las emociones de otros
Un principio importante de la empatía es saber que los demás tienen emociones complejas y no siempre son iguales a las nuestras incluso en el mismo contexto, pero que estas son tan válidas e importantes como las nuestras. Para ello es necesario conectar con las otras personas; crear espacios en los que los alumnos tengan oportunidad de compartir un poco más de sí mismos, de sus intereses, experiencias, contextos y expectativas puede ayudar mucho a los estudiantes a reconocerse en el otro, pero también a escuchar experiencias distintas a la suya. Es importante que estos espacios sean siempre respetuosos y seguros para todos, pero que permitan a los alumnos conversar sobre temas importantes y que no siempre escuchamos en conversaciones de recreo o salón de clases.
También podemos utilizar historias, leer en conjunto y compartir impresiones sobre las experiencias de los personajes, preguntarles cómo se sentirían ellos en ese contexto, qué le dirían al personaje en la situación en la que se encuentran, si creen que alguna vez se han sentido así y qué les hubiera gustado escuchar en ese momento, todo esto es una forma de reflexionar acerca de las emociones y lo que podemos hacer para los otros.
Hablar de cada emoción
Aunque todos experimentamos todo tipo de emociones no siempre sabemos qué significan, cómo se sienten, qué podemos hacer al momento de experimentarlas, cómo compartirlas y particularmente qué hacer con ellas, muchas veces incluso nos sentimos confundidos con respecto a lo que sentimos y cuando estamos tristes reaccionamos con ira, por ejemplo. Por ello es tan importante discutir sobre estos temas, porque inevitablemente pasaremos por toda clase de emociones.
Crea espacios en los que se hable de emociones a detalle, sobre cómo se sienten cada emoción, qué cosas las causan, qué pueden hacer para gestionarla y cómo la comparten con otras personas, ayúdales a saber qué sentir no es algo malo, incluso cuando se trata de emociones como enojo o tristeza, todas las emociones son importantes y necesitan un camino para expresarse.
¿Qué hago ante ciertas situaciones?
Una parte importante de la empatía es estar para los otros, acompañarlos en todas las experiencias y ofrecer herramientas para atravesar los momentos difíciles, pero esto puede ser algo muy complejo, para muchos puede ser atemorizante o preocupante el no saber qué hacer para ayudar a otras personas, por ello crear espacios en los que podamos discutir estas cuestiones puede ser tan importante. Ayúdales con escenarios hipotéticos, puedes reforzar con historias y experiencias, narrar estas situaciones puede ayudarles a tener respuestas frente a conflictos, como el acoso escolar, un desacuerdo común entre amigos y compañeros, entender a otros aunque sean distintos a nosotros, etc.
¿Alguna vez has puesto en práctica clases sobre empatía? ¿Cuáles han sido tus experiencias? ¡Comparte con nosotros!