La pandemia ha creado un mundo que difícilmente podrá volver a ser el que era antes.
En el último año y medio muchas cosas han cambiado, casi todas las actividades humanas se transformaron con resultados muy diversos, una de las más importantes es la educación. En México las escuelas se mantuvieron cerrados por casi 18 meses, pero esto en ningún momento implicó que la educación se detuviera, por el contrario los maestros del país continuaron su labor a distancia y con estrategias creativas que ayudaron a que todos los niños, niñas y adolescentes no abandonaran sus estudios. Actualmente, en todo el mundo, se busca que las actividades que pausamos a inicios del 2020 vuelvan poco a poco a su ritmo normal, pero las consecuencias de la pandemia aún se sienten y continuarán por mucho tiempo.
La educación en el mundo post Covid-19
Las brechas educativas y tecnológicas solo se profundizaron debido a la pandemia, los estudiantes que no contaban con un dispositivo electrónico o acceso a internet estuvieron en desventaja durante muchos meses, mientras que las desigualdades que acentuó el cierre de casi todas las actividades han orillado a muchas familias a abandonar la idea de la escuela, por lo que en muchos casos el riesgo de abandono escolar es aún mayor. Algunos estudiantes perdieron familiares y amigos, así como fuentes de ingresos, por lo que quizá veremos menos alumnos en las escuelas, mientras otros estarán en riesgo de abandonar las aulas, especialmente en los primeros meses de clases.
Sin embargo, y a pesar de todos estos retos, la educación sigue siendo uno de los factores más importantes, que debe defenderse por encima de otras prioridades, pues el único medio que tenemos a nuestro alcance para garantizar un mejor futuro, es esencial que los más jóvenes asistan a la escuela o continúen con sus estudios, aún si esto es a la distancia. Si bien la pandemia ha hecho aún más profundas algunas diferencias, es la educación el puente que nos ayudará a cerrarlas.
El papel esencial de los docentes
En este difícil contexto, los docentes y en general los Trabajadores de la Educación son el factor más importante, pues ellos tienen el contacto directo con los estudiantes y con sus familias, así como las herramientas necesarias para apoyarlos en esta difícil transición que vivimos debido a la pandemia. Así que una de las labores más importantes en el mundo al enfrentar las consecuencias del virus es la escuela.
¿Qué implica esto? Es importante recalcar que así como su labor es necesaria, cuidar la salud del magisterio es también esencial, por lo que toda acción debe ir acompañada del cuidado hacia los maestros.
¿Qué podemos hacer desde el salón de clases para apoyar a los alumnos?
Escúchalos
Muchos estudiantes han pasado por situaciones de estrés y quizá aún viven incertidumbre, esto podría dar pie a dificultades en el aula, pero para resolverlas el primer paso es escuchar a los estudiantes, conocer sus emociones, sus experiencias y aprender de ellos.
Conoce su contexto
Algo que siempre está presente durante las clases es el contexto del alumno, por lo que dedicar unos minutos para conocerlos mejor y saber cuál es el escenario actual es necesario. Esto te ayudará a guiarlos y buscar estrategias en situaciones específicas.
Crea un entorno seguro
Para aprender siempre es necesario sentirnos seguros. Como docentes podemos crear ambientes en los que los alumnos sientan libertad de expresarse, seguridad para equivocarse y confianza para aprender más.
Habla de las emociones
Muchas veces, los sentimientos no son tomados en cuenta, muchos niños no reconocen sus emociones ni saben bien cómo actuar ante las sensaciones que experimentan, pero podemos apoyarlos ampliando su vocabulario sobre emociones y hablando de estrategias para regular los momentos más intensos.
¿Cuál ha sido tu experiencia tras el regreso a clases? ¡Comparte con nosotros!