Durante las vacaciones es normal que la rutina que siguen los niños y adolescentes cuando van a la escuela se vea interrumpida, todos los horarios cambian, las actividades que se llevan a cabo no son las mismas y todos los objetivos del día a día se vuelven distintos, si bien esto puede formar parte de la emoción de las vacaciones también puede traer algunas dificultades en casa, al final del día una rutina nos ayuda a regularnos, a sentirnos seguros en nuestro entorno, tranquilos de saber lo que sigue a cada paso, es tan necesaria para organizar nuestras actividades como para darle paso a la creatividad y la imaginación, pues al resolver cuándo y cómo haremos las actividades necesarias el tiempo libre se vuelve un espacio tranquilo.
Manejar una rutina sencilla y flexible puede ser la mejor herramienta para pasar unas vacaciones agradables con nuestros pequeños en casa, especialmente si no tenemos en mente un viaje largo u otras actividades, además puede hacer más fácil la transición al volver a clases, pues la estructura no se habrá perdido del todo.
¿Cómo ayudar a los niños y adolescentes a tener una rutina que les ayude a sentirse seguros en vacaciones?
Establece horarios
A veces las vacaciones son impredecibles, aunque estemos en casa o salgamos de viaje, visitemos a la familia o tengamos otras actividades, tener pequeños espacios en los que sepamos exactamente qué esperar nos puede ayudar a sentirnos más tranquilos, de manera inconsciente saber que ciertas cosas son imperturbables nos da una sensación de seguridad. Establecer horarios para despertar, comer, irnos a la cama, hacer actividad física o tener claras ciertas actividades que deben quedar resueltas en el día puede ser muy útil. Esto da estructura a días que de otra manera pueden tornarse caóticos e impredecibles.
Establece expectativas
Si bien las vacaciones son un espacio para descansar y disfrutar de pasatiempos para los que nos siempre tenemos tiempo en nuestra vida cotidiana, tener objetivos para los días de vacaciones puede ser útil, especialmente para los más jóvenes que tienen mucha energía y que pueden sentirse desesperados durante las vacaciones si sienten que no hay una ocupación real, por lo que tener una expectativa simple de lo que queremos cumplir durante las vacaciones puede ser muy útil.
No se trata de crear metas extraordinarias o plantearnos cambios muy profundos en estos días, es más una expectativa general que nos ayude a tener un objetivo claro.
Puedes proponer a los niños y adolescentes retos sencillos para cumplir durante las vacaciones, como ejercitarse todos los días para romper su récord personal de velocidad o de distancia en una carrera, aprender una nueva habilidad como dibujar un animal en específico o pintar un paisaje, leer un libro completo o escribir un cuento cada semana, también pueden plantearse metas juntos como cocinar una cena tradicional de un país desconocido o aprender una nueva canción en un instrumento musical para tocarla juntos. Estos pequeños retos le darán dirección a sus actividades en las semanas de vacaciones sin presionarlos a nada innecesariamente.
Sé flexible
Como adultos puede ser muy complicado equilibrar nuestras expectativas entre lo que se establece como una rutina cotidiana y la flexibilidad de las vacaciones, por lo que muchas veces nos gana ser estrictos con los niños o adolescentes o nos presionamos demasiado para cumplir los parámetros que nosotros mismos establecimos. Sí, la rutina puede ayudarnos a tener días más tranquilos y seguros, es una estructura necesaria para tener claridad en días de vacaciones, pero también puede cambiar y dar paso a otras aventuras. Ser flexibles es muy importante para que los más jóvenes de casa puedan cumplir sus metas personales y buscar nuevas aventuras, así como para adaptarnos a los planes que puedan surgir sin esperarlos, enseñar a los niños y adolescentes a adaptarse a los cambios y saber manejar su rutina de forma flexible es tan importante como la rutina en sí misma.
Establecer límites
La rutina también puede ser el medio perfecto para establecer límites con nuestros hijos, quienes esperan que en vacaciones podrán pasar todo el tiempo que quieran inmersos en actividades como videojuegos o redes sociales, tener una rutina hace que perderse en pantallas sea más difícil, así como cualquier otra actividad que pueda ser demasiado absorbente para los más jóvenes.
No se trata de prohibir, ni de crear tensiones en casa, más bien se trata de darle a sus días una estructura que limite el uso de ciertas herramientas y les ayude a explorar otras opciones de entretenimiento.
¿Normalmente estableces una rutina en vacaciones? ¿Qué crees que puede ser útil para pasar mejor estos días de descanso con los más pequeños en casa? ¡Comparte con nosotros tus ideas!