Aunque la escuela y el hogar son ámbitos separados, su convivencia es esencial en el desarrollo de los estudiantes, por lo que la crianza, las relaciones en casa, los retos en la vida personal de los alumnos están siempre relacionados con sus avances en el aula, y por ello la relación con las familias de nuestros alumnos es esencial para nuestro trabajo.
Es así como las preocupaciones de los padres, sus estrategias en casa, nos afecta como docentes y afecta a los niños y jóvenes en su desarrollo escolar, por ello estar en comunicación con los padres, comprenderlos, escucharlos y ofrecer herramientas para una mejor convivencia familiar es importante.
Si bien los padres que sobre protegen a sus hijos tienen la mejor de las intenciones, su actuar puede llegar a ser tan contraproducente como el de padres ausentes, ya que pueden obstaculizar el desarrollo de habilidades en los niños al grado de evitar su autonomía, su creatividad y afectar su autoestima. Comunicar esto es algo muy complicado, especialmente porque la mayoría de los padres actúan pensando en lo que es mejor para sus hijos desde su propia perspectiva, aunque en ocasiones limitan el desarrollo de los niños al evitar que se acerquen a experiencias necesarias para ellos, esto con la idea de evitar riesgos a la integridad de los niños.
¿Cómo actúan los padres sobre protectores?
Es posible que estas familias hayan pasado por alguna experiencia particular que los orille a ser muy precavidos o que personalmente se hayan encontrado en situaciones que les hagan sentir una enorme responsabilidad por evitar el sufrimiento en sus hijos, esta vulnerabilidad descubierta o conocida por los padres a veces les lleva a estar excesivamente preocupados por sus hijos, evitarles preocupaciones o malas experiencias, así como a buscar la perfección de ellos, pues consideran que al evitarles ciertos obstáculos ellos podrán desarrollar sus capacidades sin dificultades.
Esto puede implicar que se evite la participación de niños o adolescentes en diferentes actividades por considerarlas riesgosas, o que se intente resolver por ellos tareas o desafíos para ayudarlos en su camino al éxito. Así, los padres, sin pretenderlo, obstaculizan el desarrollo de los niños evitando su participación en momentos de aprendizaje muy importantes, en los que no se espera de ellos perfección, sino participación, equivocaciones y experiencia. Además los jóvenes resienten tanto la presión como las experiencias que no han logrado tener debido a esta visión.
¿Cómo trabajar con estas familias?
Transmitir a los padres la importancia de vivir experiencias, así como de la realización de tareas por parte de los alumnos es muy importante y necesario, los padres necesitan observar que sus hijos son personas en desarrollo, que a veces cometerán errores y que su entorno es seguro para vivir estas experiencias, por lo que es necesario también desarrollar confianza entre padres e hijos para contar cómo les ha ido en la escuela, ser receptivos y evitar reacciones negativas a lo que confían unos y otros. No es sencillo, pues los padres necesitan trabajar en su percepción de las cosas, analizar sus creencias y sus actitudes con los hijos, así como lo que hay detrás de este sistema que les afecta de manera personal.
Los niños y adolescentes necesitan, por su parte, sentir que tienen la confianza de sus padres para realizar actividades por su cuenta, que poco a poco ganan independencia y que sus opiniones y decisiones son tomadas en cuenta, además de respetadas.
Ofrecer materiales y recursos
Es importante destacar que nadie sabe cómo ser padre de manera instintiva, este proceso requiere aprendizaje por parte de los padres y hacerles saber que cometer errores es tan natural en ellos como en los niños ayudará a que todos los procesos se lleven a cabo con menos presión. Ayudar a los padres con guías de información, herramientas y recursos que ellos puedan consultar en su camino de aprendizaje puede ser de mucha utilidad, así como escucharlos y resolver las dudas que tengan. También es necesario hacerles ver que en la escuela y en el salón de clases sus hijos son personas autónomas en un sistema distinto al del hogar, esto también les ayudará a dejarlos, poco a poco, tomar decisiones.
¿Te has encontrado con familias sobre protectoras? ¿Cómo has ayudado tanto a alumnos como a padres a superar esto? ¡Comparte tus experiencias!