Los planes de vacaciones incluyen muchas aventuras, descubrimientos e incluso viajes en familia, así mismo existen días de lluvia y aburrimiento, de estar en casa, lo cuales son la oportunidad perfecta para iniciar una aventura nueva, al interior de los libros.
¿Por qué hacer de la lectura una prioridad para las actividades de estas vacaciones?
Leer es una habilidad esencial en todos los contextos de la vida, desde el desarrollo académico, el ámbito profesional y la rutina cotidiana, ser capaces de decodificar los textos que se nos presentan, analizar la información, seguir la narrativa de una historia y discriminar datos necesarias para un ensayo, todo esto forma parte de la habilidad lectora. Aunque cada aspecto se desarrolla poco a poco, la práctica es un factor importante para lograr el éxito como lectores.
Buscar que los niños y jóvenes se acerquen a la práctica lectora con confianza, que encuentren el placer de introducirse en los libros, las historias y el conocimiento por su cuenta, a su ritmo y con curiosidad, y ayudarlos a fortalecerse en los aspectos que más se les pueden dificultar es importante y el verano es una buena oportunidad para buscar profundizar en esto.
Flexibilidad y apertura
Todos somos diferentes, para algunos ciertas habilidades resultan más sencillas que para otros, y esto aplica también para la lectura. Algunos alumnos tendrán una inclinación natural a esta práctica, mientras otros descubren en este aspecto un reto complicado, es importante tener esto en cuenta cuando tratamos de acercarlos a este hábito pues forzar en ellos algo que no es natural puede hacerlo desgastante más que placentero.
Buscar que las lecturas que ofrezcamos sean tanto apropiadas para su nivel de desarrollo como para su interés ayudará a que incluso los alumnos más reticentes encuentren el placer de adquirir conocimiento a través del texto. Además es necesario buscar herramientas que puedan apoyar sus dificultades, para algunos acercarse a los libros a través de audiolibros, videos u otros recursos puede ayudar mucho, no necesariamente como un sustituto, pero sí como un apoyo para el desarrollo.
Escojan juntos las lecturas
Proponer una lectura de verano familiar puede ser una gran forma de atraer a los más pequeños a esta actividad, aunque se dice que esta es una tarea solitaria, en realidad el hecho de compartir gustos, opiniones y experiencias al respecto es lo que hará a los pequeños disfrutar de una parte importante de la lectura, el compartir sus pensamientos, el compartir con su comunidad.
Además la posibilidad de escoger un contenido puede ser incluso una novedad para los más pequeños, que están acostumbrados a leer solamente lo que exige la escuela, por ello buscar que los niños y adolescentes mismos sean parte de las decisiones al escoger lecturas, que estas sean familiares o comunitarias y escuchar lo que tienen para decir al respecto es necesario.
La posibilidad del cambio
La idea de que leer es una actividad seria, realizada para fines de aprendizaje, calificada por los docentes y que puede convertirse en un problema hace que los libros y toda clase de textos se vean con cierto temor o rechazo. Cambiar esta narrativa es importante, debemos evitar imponer la lectura como una tarea y hacer de ella una opción agradable y tentadora. Regañar a un alumno por no acabar un libro o criticar sus avances puede hacer que esto sea cada vez más difícil.
Procura celebrar sus espacios de lectura, unirte a ellos o modelar la conducta que quieres que tus pequeños tengan en casa o en la escuela. Permite que abandonen libros que no les interesan y que busquen otras opciones para encontrar la lectura que más se ajusta a sus deseos y necesidades.
¿Cómo fomentas la lectura en vacaciones? ¿Qué podemos hacer para profundizar el placer de la lectura?