En muchos aspectos, la escuela es uno de los nodos comunitarios más importantes, es el espacio en el que convergen personas de la zona, se conocen y tienen la oportunidad de compartir opiniones y preocupaciones, así como cuidar de las infancias de esos espacios. Muchos padres encuentran en la escuela otros padres que comprenden sus retos cotidianos, los niños en formación también construyen sus vínculos, descubren sus habilidades y desarrollan sus capacidades.
Los docentes son miembros muy importantes de esta comunidad, los padres confían en ellos y muchas veces son los portavoces de las actividades que se realizan en las instalaciones de la escuela, que implican también un fortalecimiento de la comunidad. Aunque la urbanización, la globalización y los cambios sociales a veces hacen que esta certeza de la escuela como nodo de la comunidad se disipe, pues tenemos relaciones más informales, los padres están ocupados y pasan menos tiempo en las instalaciones, los mismos alumnos se conectan con sus pares a través de nuevos medios y la presión del trabajo hace que los adultos en estas comunidades se olviden de esto.
A pesar de estos cambios, la escuela es una oportunidad para reforzar nuestros vínculos, llamar a la solidaridad y darle a los alumnos la noción de que no están solos, forman pare de algo más grande, que los respalda y respalda a sus familias cuando es necesario.
¿Cómo podemos reforzar la noción comunidad en nuestras escuelas?
No siempre es fácil implicar a los papás en las actividades que realizamos en las aulas, es verdad que son adultos con muchas ocupaciones, cuyo tiempo es reducido, no debemos nunca olvidar la flexibilidad con familias que enfrentan muchos retos, así como valorar la presencia de adultos que no siempre son los padres, a veces los hermanos, los abuelos o los tíos se convierten en figuras muy importantes para los propios alumnos y si ellos sienten que su presencia en la escuela es tan apreciada como la de otros padres se sentirán respaldados por su entorno, aunque este no sea igual al de otros alumnos.
Buscar alternativas con las propias familias para fomentar su participación es también necesario, no todos podrán estar presentes en todo momento importante, pero negociar con ellos los días, el tiempo que pueden aportar y mostrarles los beneficios que esto puede tener para sus hijos, así como para la comunidad educativa puede motivar la participación.
Fortalecer la empatía y los vínculos
Conocer nuestra comunidad, los retos que cada familia enfrenta, así como los retos de la comunidad en sí puede parecer complicado, pues no siempre podemos ofrecer una solución a estas dificultades, sin embargo sí podemos tomarlas en cuenta, escuchar a quienes las viven en carne propia y fomentar en los alumnos la empatía hacia sus compañeros, así como buscar soluciones flexibles dentro de las aulas, en caso de que se vean afectados. Por ejemplo, algunos alumnos viven en zonas con mucho tránsito que constantemente implica un retraso para ellos, compartir con los otros como esto es algo fuera de su control y buscar soluciones para evitar las interrupciones en clase o el retraso en la entrega de actividades que impliquen colaboración entre los compañeros de clase y sobretodo empatía puede ayudar a fortalecer lazos.
Es importante transmitir a los alumnos cuáles son esas situaciones a considerar, por qué, cómo afectan a todos en la comunidad y qué podemos hacer para establecer oportunidades similares para todos, siempre con la vista en la equidad. Para algunos puede ser complicado distinguir la flexibilidad de los privilegios, por lo que es necesario ser muy claros y construir empatía, unión y compañerismo.
Actividades para todos
Es común que exista cierto individualismo entre los estudiantes que no se conocen bien, que están acostumbrados a la competencia, a buscar ser mejores que los otros en algún contexto, por lo que promover actividades en las que ellos puedan identificar lo que tienen en común con sus compañeros, así como identificar la forma en que sus diferencias hacen que cada uno experimente retos distintos ayudará a crear equipos más sólidos y cooperativos.
Procurar actividades de colaboración, donde compartan sus experiencias, se escuchen activamente y se sientan seguros es necesario.
¿Crees que la escuela puede convertirse en un espacio para cambiar las cosas? ¿Crees que la comunidad escolar es importante? ¿Cuáles serían tus tips para desarrollarla? ¡Comparte con nosotros!