Las exposiciones en clase son una de las actividades más comunes en la escuela, el investigar un tema, crear material para presentarlo y hablar de ello frente a la clase es una tarea que todo estudiante ha tenido que pasar, sin embargo para muchos este ejercicio no es tan simple como parece, por el contrario, puede convertirse en un problema el tener que hablar en público y los resultados pueden ser desastrosos para la calificación, aún si se ha trabajado para hacer la presentación, las habilidades de comunicación o la inseguridad ante el público pueden jugar en contra.
Miedo a hablar en público
Como docentes debemos tomar en cuenta que las habilidades mostradas para hablar en público no son siempre muestra del trabajo que ha hecho el estudiante para presentar su tema, para algunos alumnos puede resultar muy fácil el explicar lo que han aprendido durante su investigación, pero para otros este paso puede resultar muy complejo, siempre tener esto en mente ayudará a que los alumnos sepan que pueden obtener calificaciones justas incluso si hablar frente a su clase no es su punto fuerte, por lo que buscar diferentes puntos para evaluar cuando llevamos a cabo exposiciones, además de la presentación en sí misma, puede ayudar a que todos se relajen y se atrevan a participar un poco más.
Toma en cuenta que algunos estudiantes que parecen muy abiertos y extrovertidos pueden tener dificultades para sortear las exposiciones, mientras que algunos de los más tímidos se sienten más cómodos cuando tienen claro un guión para exponer.
Promueve la participación oral
Para algunos hablar en público es más una fobia que un ejercicio, por lo que enfrentar de un momento a otro a sus compañeros de clase puede resultar muy complejo. Para los alumnos mostrarse vulnerables frente a sus compañeros, arriesgarse a parecer ridículos o a equivocarse no es nada sencillo, especialmente para los adolescentes, por lo que construir un ambiente seguro en el que sepan que no serán juzgados es fundamental.
El primer paso para ayudarlos a navegar durante las exposiciones o cualquier ejercicio que requiera hablar frente a otros es promover un espacio seguro de participación. Busca que de vez en cuando todos levanten la voz desde sus asientos, incluso si es para participar con cosas sencillas, crea momentos de discusión en los que puedan hablar de sus intereses, de su personalidad o de si mismos, así podrán tener la experiencia en temas en los que se sienten más seguros, además ayudará a construir confianza en ellos mismos y a que se acostumbren a tener audiencia.
Tips para la práctica
Ayudar a tus alumnos a través de consejos prácticos que les ayuden a sentirse más seguros puede ser también una gran estrategia para mejorar esta experiencia. Háblales de cómo proyectar la voz, de la postura que les puede ser útil para moverse por el espacio en la exposición, hagan ejercicios de respiración, todo ejercicio de oratoria les ayudará a soltar la tensión.
También es necesario que ellos tengan claros los puntos que deben cubrir en una exposición, esto les ayudará a construir un guión a seguir durante el ejercicio, lo que reduirá la tensión de no saber qué decir, hazles saber qué datos son esenciales para el ejercicio, puntos que ellos puedan cubrir con facilidad y que demuestren que hicieron una investigación al respecto.
Reflexión sobre el conocimiento
Algo que también puede ayudar mucho a los estudiantes es aprender que el conocimiento no se trata de recitar de memoria datos importantes, sino de reflexionar sobre lo que aprendemos, la utilidad que tiene en nuestra vida diaria, los porqués de cada hecho histórico o dato científico, el razonamiento crítico, la reflexión sobre el conocimiento y la conexión de toda la información entre si harán sentir a los alumnos mucho más seguros de lo que expresarán en su exposición, pues no se trata de dar fechas exactas o de memorizar nombres, esos datos los pueden anotar o mostrarlos en sus materiales de apoyo, lo importante es asegurarnos de que el estudiante adquirió conocimientos suficientes como para explicarle a otros el proceso que implica esta información. Promover esta clase de pensamiento crítico ayudará a los alumnos a evitar el temor de no memorizar su exposición, sino a recurrir a sus propias palabras y reflexiones.
¿Cómo ayudas a tus alumnos a superar su temor a hablar en público? ¿Qué consejos les darías a esos estudiantes que tienen dificultades con este aspecto? ¡Comparte tus ideas con nosotros!