La labor del docente al frente de las aulas no es sencillo, requiere trabajar con los alumnos implica trabajar con diferentes personalidades, necesidades particulares para cada persona, contextos desafiantes y retos personales, crear estrategias en las que todos participen y buscar que todos se sientan incluidos. Son muchos los aspectos que cuentan en este trabajo y es importante lograr que todos los participantes se comprometan con el proceso.
El apoyo de las familias es esencial para nuestro trabajo, pocas herramientas y estrategias que pongamos en marcha tendrán efecto en la vida académica de los alumnos si no tenemos el apoyo de las familias, el trabajo en casa y la confianza de todos los involucrados, el trabajo en equipo es muy importante en este aspecto. Sin embargo, la comunicación con los padres puede ser uno de los temas más complicados para cualquier docente, es un gran reto el crear redes de apoyo en el aula. .
Aunque existan familias preocupadas por el bienestar de sus pequeños, a veces las circunstancias hacen difícil entablar una buena relación desde el aula con los padres. ¿Podemos hacer algo para mejorar este aspecto? ¿Cómo podemos fortalecer la comunicación entre aula y hogar?
Comienza por lo positivo
Muchas veces, tanto padres como docentes creemos que si no hay situaciones negativas o que necesiten acciones para ser resueltas no hay necesidad de comunicarnos con las familias. Esto hace que la realidad del salón de clases pase desapercibida y que al momento de entablar cualquier conversación con las familias sea siempre desde aspectos negativos que ponen nerviosos a todos los participantes.
Establecer canales de comunicación constante con todas las familias que sirvan para mostrar a los padres un poco de lo que hacemos en el aula y que también sean un medio de reconocimiento para todos los alumnos ayudará a que al momento de buscar soluciones para situaciones específicas toda las conversaciones se entablen desde un aspecto más positivo.
Busca enviar retroalimentación constante a casa y procura siempre dar noticias positivas, aún si existen muchos retos en los que trabajar. Los estudiantes necesitan celebrar sus pequeñas victorias, el progreso, aunque sea pequeño es progreso y reconocerlo nos ayuda a fortalecernos.
Escucha atentamente
Cuando hablamos con los padres, como docentes sabemos lo que queremos decir. Es normal que tengamos muy claro qué es lo que debemos resolver e incluso que tengamos en mente el mejor plan para hacerlo, llegamos con esta idea ante los padres que posiblemente se sientan agobiados por estar frente al docente cuando saben que algo no va bien o incluso que lleguen con sentimientos adversos a estas conversaciones. Así desde el principio se da una comunicación cortada y compleja, llegamos a pasar por alto el mensaje que las familias nos están dando y nos frustra mucho sentir que el otro no nos escucha.
Comienza por escuchar a los padres atentamente, conoce su situación, ayúdalos a comprender mejor lo que ocurre en el aula, pero evita imponer tu mensaje por encima del de ellos, ambas perspectivas son muy importantes, necesitan poner sobre la mesa todos los elementos e intercambiar ideas, solo así se llegará a un plan que beneficie al estudiante.
Establece objetivos claros y traza un plan
Exponer situaciones negativas en el aula puede llegar a ser muy abrumador para los padres, es posible que incluso ellos tengan dificultades para entender qué ocurre con sus hijos, que se sientan preocupados o que muchas circunstancias realmente no estén bajo su control para mejorar. Al llegar frente al docente, entonces las cosas son aún más complicadas, porque se enfrentan a un nuevo desafío, mejorar algo que el maestro expone en un espacio en el que los padres no tienen control, como es el aula y que por lo tanto resulta ambiguo cuál es el campo de acción de ellos.
Es importante ser muy claros con los padres, explicar en términos sencillos lo que queremos expresar, asegurarnos de que nos están comprendiendo y que además existan objetivos claros con respecto a lo que estamos exponiendo. No es lo mismo hablar con un padre de familia para decirle que su hijo o hija se porta mal en clase sin establecer rutas de acción, juntos construyan planes que puedan seguir para solucionar cualquier problema.
Capacita y ofrece recursos
Es muy importante entender que para los padres muchas situaciones son agobiantes cuando no tienen a la mano herramientas con las que apoyar a sus hijos, aun las familias con las mejores intenciones, si no tienen el conocimiento necesario para entenderlos y trabajar junto a ellos se enfrentarán a la frustración de no poder apoyar a sus hijos, por ello es que ofrecerles recursos de capacitación sobre aspectos de crianza, educación y relaciones será de gran ayuda. No se trata de aumentar tu carga de trabajo o que tú seas responsable sobre el trabajo que hacen los padres, pero apoyarlos en estos aspectos, guiarlos para que conozcan mejor su situación y buscar juntos rutas de acción puede beneficiar mucho el desarrollo de todos.
¿Qué tips le darías a un docente que busca mejorar la relación con las familias de sus alumnos? ¡Comparte con nosotros!