Aunque la educación de niños y jóvenes es un tema de mucha seriedad e importancia, el trabajo en el salón de clases constantemente está cargado de emociones, las cuales tienen un impacto muy importante en el desarrollo de la clase y en el aprendizaje de los estudiantes, por lo que garantizar un ambiente seguro, con emociones positivas, es una forma de contribuir a la educación de nuestros alumnos.
Claro que la docencia no significa entretenimiento, especialmente cuando los maestros se encuentran llenos de trabajo, con aulas demasiado llenas, puede llegar a ser complicado pensar en contar chistes dentro de nuestros programas de clase, puede incluso que nuestra personalidad o sentido del humor particular afecten este aspecto, pero podemos buscar estrategias que llenen de una saludable risa la escuela.
¿Por qué agregar humor a un salón de clases?
Para muchos alumnos la escuela no es divertida, por el contrario es un espacio lleno de reglas y expectativas que no siempre es fácil cumplir, las tareas, la presión de los exámenes, el exigir silencio, orden, horas de estar sentados, puede llegar a ser abrumador para la motivación de un estudiante, que tiene el deseo y la energía para jugar, socializar, conversar y, claro, reír.
Algunos estudios han mostrado los beneficios de incluir una dosis de humor en el salón de clases, pues aumenta la atención y la memoria, ya que tendemos a recordar algo con mucha más precisión cuando nos ha causado gracia. Incluso la risa en el aula ha tenido un efecto vigorizante, al provocar interés en lo que se dice, por lo que la motivación y el gusto por asistir a la escuela aumentan. El resultado conjunto de esto es un mayor rendimiento académico entre los estudiantes.
Todo en equilibrio
Esta aproximación no significa que la clase deba ser un constante show de comedia, sino de encontrar momentos para añadir cierta ligereza y despertar la risa entre los estudiantes, pues demasiado buen humor puede tener el efecto contrario al que deseamos lograr, siendo un distractor para el aprendizaje.
¿Cómo podemos añadir humor al aula?
No para todos es tan fácil encontrar el espacio, el momento o el contenido que añada ese componente a nuestras clases. Afortunadamente existen algunas estrategias que podemos aplicar, por ejemplo, abrir un espacio durante la semana para que los alumnos compartan algunos chistes u organizar dinámicas que permitan el humor, ya sea un día de peinados locos, una tarea de crear memes, dibujar o narrar historias creativas que tengan contenidos de lo aprendido en clase, así serán los propios estudiantes los que despierten la risa en su ambiente.
Nuestros contenidos pueden ser también un punto fuerte para el sentido del humor, al añadir ejemplos en una presentación más divertida que el texto de los libros, utilizar para ello caricaturas, historias o incluso alguna anécdota personal puede ser útil. No te preocupes si se te dificulta un poco, la práctica hará que esto sea más sencillo con el tiempo.
Elige el humor más adecuado
En todo momento es importante que el humor que añadimos sea positivo y pertinente para el salón de clases y para nuestra asignatura, lo ideal es que incluya aspectos de nuestro contenido, aunque nunca está demás hacer algo para distraer la mente un poco.
Considera siempre que el humor no debe utilizar características de otras personas como razones para reír, esto puede llegar a ser violento y afectar en sentido negativo la relación con los alumnos, procura que tu humor no se base en nadie, ni dentro, ni fuera del salón de clases.
¿Crees que el humor puede ser útil para tu salón de clases? ¿Qué herramientas crees que podrían ayudarte en este aspecto? ¡Comparte con nosotros tus ideas!
Referencias:
Shatz, Itamar, How to Use Humor in Order to Teach and Learn More Effectively, Septiembre 2019. Consultado en: https://www.learningscientists.org/blog/2019/9/5-1
Elias, Maurice, Using Humor in the Classroom, Marzo 2015. Consultado en: https://www.edutopia.org/blog/using-humor-in-the-classroom-maurice-elias