Estamos cada vez más cerca de cerrar un ciclo escolar más, aunque aún quedan muchos pendientes, los alumnos y los mismos docentes nos emocionamos con la idea de cerrar esta etapa, dejar ir a nuestros alumnos y darle paso a nuevos desafíos, tanto para ellos como para nosotros. Esto no siempre es fácil, aunque seamos docentes con mucha experiencia, factores como el vínculo que creamos con cada generación, el desear guiarlos en sus búsquedas, ayudarlos a alcanzar sus metas y apoyarlos en los momentos difíciles, sin embargo también nos emociona la llegada de nuevos alumnos, nuevas ilusiones y nuevos retos.
Todo esto trae consigo muchas emociones, aunque no siempre nos demos el tiempo de procesarlas, en realidad los fines de ciclo escolar están llenos de grandes experiencias, expectativas y sentimientos. ¿Qué podemos hacer para procesar todo esto? ¿Podemos compartir con nuestros alumnos algo de esto para ayudarlos en su propio proceso?
Recapitular el año
Un ejercicio importante para cualquier cierre en nuestras vidas es hacer un recuento de lo que hemos vivido, esto significa hacer una remembranza de manera consciente de todas las experiencias que tuvimos para poder apreciarlas de manera objetiva, analizar los retos e identificar los aciertos, tanto en el aspecto práctico como en el emocional.
Es importante recordar que esto no se trata de ahondar en los malos momentos o recalcar nuestros errores, en todo caso debemos reconocerlos, pero solo para buscar estrategias que nos ayuden a evitarlos en el futuro, así como encontrar nuestros mayores éxitos, los factores que contribuyeron a estos y qué cosas podemos replicar en el futuro.
Crear nuevas metas
Aumentar nuestras expectativas para el futuro pueden ayudarnos a elevar la motivación por lo que viene, trazar nuevas metas, hablar de lo que esperamos en el futuro, y pensar en lo que podemos hacer desde hoy para alcanzar esos objetivos nos puede ayudar a llegar a la siguiente etapa con más energía, confianza e ilusión.
Para esto también puede ser útil hacer un pequeño recuento de las metas que no logramos alcanzar a lo largo del ciclo que cerramos, no para sentirnos frustrados, sino para crear nuevas rutas y acercarnos a esas metas más preparados que en el pasado.
Mentalidad de crecimiento
Es probable que a lo largo del ciclo que está por terminar existieran situaciones que nos hicieron sentir tristes, cansados o frustrados. Errores que cometimos, tareas que no completamos, ideas que no pudimos poner en práctica, si bien es importante anotar todo eso, también es importante hacerle ver a los alumnos y recordarnos a nosotros mismos, que el proceso de aprendizaje es continuo y requiere de errores, solo la práctica nos ayuda a llegar más lejos.
Guía a tus alumnos a pensar en el pasado como una oportunidad de aprender un poco más, tanto de si mismos como de las experiencias aprendidas.
Celebra con ellos
Si, es importante ser conscientes de nuestros errores, plantear metas y seguir con la vista puesta en el futuro, pero celebrar todo lo que hicimos a lo largo del ciclo escolar es esencial, sin importar si nuestros éxitos son vistos como grandes pasos o pequeños avances, el simple hecho de haber superado el reto de pasar por un ciclo más es ya un gran éxito y debemos celebrarlo.
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