En los últimos años el desarrollo de la tecnología ha sido continuo y acelerado, en pocos años se han creado herramientas que cada vez nos sorprenden más, de los procesadores de texto a la inteligencia artificial hay muy pocas décadas, las generaciones de alumnos se enfrentan a cambios continuos que además desafían la manera en la que vemos el mundo. Como docentes, adaptarnos a estos cambios dentro del aula y en la conducta de los estudiantes puede ser un gran desafío.
La inteligencia artificial es un gran ejemplo, esta trae consigo nuevos retos, y la facilidad de acceso a estas tecnologías puede implicar nuevos desafíos para los docentes en el aula, pues los estudiantes ven una herramienta que les ayuda a evitar ciertas tareas, algo que frecuentemente les hace cuestionarse la necesidad de memorizar información o aprender cierta clase de habilidades, pues saben con toda certeza que podrán resolver problemas con la tecnología que tienen en sus manos, tan natural y presente para ellos como un bolígrafo. Como docentes, sin embargo, sabemos que más allá de la memorización o los exámenes, lo que aprendemos en la escuela nos ayuda en el desarrollo, no solo por la información o el resultado, sino por las habilidades que desarrollamos.
Despertar la conversación
Para muchos alumnos y en realidad para muchas personas, las características de la inteligencia artificial, así como los productos que genera no son vistos a través del pensamiento crítico, pues si bien es normal que existan en la actualidad y es importante buscar las ventajas que estos nos ofrecen, tampoco está de más reflexionar sobre sus implicaciones, tanto para las personas que los desarrollan y participan en su creación, como para las personas que resienten un impacto con su presencia, muchos tipos de empleos, habilidades humanas y actividades cotidianas están a punto de cambiar debido a su presencia, incluida la escuela.
Abrir la conversación con nuestros alumnos acerca de las implicaciones de la tecnología, la manera en la que nuestras vidas han cambiado en poco tiempo y las perspectivas para el futuro ayudará a los alumnos a analizar lo que hay detrás de todo esto. Aunque no podemos detener el avance tecnológico, socialmente podemos impactar para que la dirección de su uso sea siempre hacia el bien comunitario más allá del entretenimiento.
AI en la escuela
Como docentes nos enfrentamos a problemas específicos con respecto al uso de la tecnología, si hace algunos años los alumnos cuestionaban la necesidad de resolver problemas aritméticos gracias a la existencia de la calculadora, actualmente prácticamente cualquier actividad, aprendizaje y habilidad se ve rebasada por la presencia de la tecnología, todo puede resolverse en segundos con programas al alcance de un dispositivo digital. Sin embargo, la escuela no es solamente la información, los datos o los resultados correctos, es la capacidad de resolver problemas, de analizar situaciones y observar los datos para obtener conclusiones propias y atender diferentes puntos de vista.
Estas habilidades se aprenden mientras analizamos los problemas matemáticos, escuchamos la historia y aprendemos a escribir y leer, pero los alumnos quizá no lo vean así y, por lo tanto, saber que pueden ahorrarse muchos pasos para obtener un resultado les resulta frustrante en el contexto escolar. Explicarles a los alumnos la importancia de estos procesos no solo ayudará a calmar su frustración, también promoverá el pensamiento crítico y la reflexión en ellos.
Aprovechar la tecnología
Aunque sepamos que la AI puede ser un reto hoy en día, también podemos aprovechar sus capacidades en el aula, guiar a los alumnos en un uso responsable y analítico de toda esta tecnología, aumentar su concentración y el compromiso con la clase es posible.
Experimentar, conocer y aprender a implementar este tipo de herramientas como parte de la clase puede resultar desafiante, pero muy enriquecedor, el escuchar a los estudiantes, saber cuáles son sus intereses y el uso cotidiano que dan a la tecnología, las razones por las que les parece tan llamativa, escuchar sus sugerencias, aportaciones e ideas puede ser un primer paso muy interesante. Adicionalmente, algunas tareas administrativas pueden facilitarse con el uso de estas herramientas, como la organización de las listas o la creación de algunos recursos visuales. Las oportunidades son muchas.
¿La Inteligencia Artificial se ha convertido en un tema de conversación entre los docentes de tu escuela? ¿Crees que se puede sacar provecho de esta herramienta? ¡Comparte con nosotros tus ideas!